29.9.18

Se nos va Cataluña y creo que no nos damos cuenta

Tras estar unos días en Girona he vuelto mucho más convencido todavía de que entre todos tenemos un problema muy serio que hay que resolver. Efectivamente con la fuerza de los hechos podemos estar varios años en esta situación de bloqueo, de tensión, de violencia incluso, pero no avanzaremos nada hacia la solución, sea esta la que sea. Y hay que buscar solución o perderemos Cataluña definitivamente.

Estos problemas no se resuelven a favor o en contra en un año ni en cinco años. Por eso son problemas muy complejos de solución muy hilvanada poco a poco que requerirá puntadas muy bien diseñadas. Ya no estamos ni en el principio ni en la solución sencilla. Ahora deberemos sobre todo NO EQUIVOCARNOS más para que el problema no se complique más. Si hay dudas, con pasearse por las calles de Girona ya uno se puede hacer una idea. Girona no es Barcelona ni Tarragona. Es más parecido a Perpignan. Y si has tenido ocasión de estar por el País Vasco en los años duros, debe comparar calles, mensajes, pintadas, sensaciones.

No es lo mismo, y casi seguro que siendo muy diferente el problema y el camino emprendido, las soluciones y los futuros sean también diferentes. Cuidado con entregar las soluciones políticas a personas NO políticas, pues con sus soluciones se crearán problemas NO políticos. Y lo digo con el máximo dolor posible hacia unos territorios vecinos con los que siempre he tenido en lo personal una relación muy amable.

Currículum a mano (casi) nunca es recomendable

Esta semana saltó a las noticias el caso de un joven argentino que ha logrado un trabajo tras presentar su currículum escrito a mano por no tener dinero para impresora. Como es lógico la excepción está para confirmar las reglas. NUNCA debemos imitar al joven argentino, excepto que seamos diseñadores gráficos, tengamos una letra excelente y hayamos escaneado el currículum para poderlo imprimir muchas veces.

La originalidad en un documento tan repetido como el curriculum tiene su punto positivo, y hay que utilizarlo. A cualquier selección de persona acuden decenas de solicitudes de lo más diferentes y a veces curiosas. El seleccionador tiene pocos segundos para decidir qué le importa, y se basa muchas veces en criterios ya decididos con anterioridad, para desechar decenas de las presentaciones por no cumplir algunos de los criterios que consideramos básicos para el puesto.

Pero siempre hay un punto de sorpresa, un “algo” que nos hace saltarnos ese protocolo de selección primera. Y suele ser la originalidad. También los currículum pueden entrar por los ojos, hacernos recapacitar de que detrás de esta hoja de papel puede haber una persona interesante que debemos conocer para ver si encaja.

Originalidad, y además algo muy importante. Adaptar tu currículum al puesto de trabajo al que te presentes. No se trata de personalizarlo que sería fabuloso, sino de NO TENER UNO sino al menos tres o cuatro currículum, para diferentes tipos de empresa o de trabajo.