19.9.18

Las ratas en las grandes ciudades

Ahora han calculado que en Barcelona hay unas 200.000 ratas de alcantarilla, que visto así no parecen muchas sobre todo si las comparamos con las más de 1.000.000 que dicen habitan en New York, que también os digo, podrían ser muchas más. En la primera visita que hice a New York el año pasado vimos una grande que enseguida dijimos que no era una rata, que era un gato, para no asustar a los turistas que venían con todos nosotros. La mitad no se lo creyeron. Pero en el segundo viaje que hice, pocos meses después y con muchos más días, el trato con las ratas de hotel fue simpático y agradable. El primer día las escuchamos correr por las paredes, y estábamos en un 12 piso. Que no es tanto en New York. Pero no les hicimos más caso, igual no eran ratas, pensamos. Pero como continuaban con sus paseos entre los escondites de las paredes huecas, decidimos jugar con ellas.

No es complicado. En serio. Tu les das golpecitos en donde suenan sus patitas suaves y ellas enseguida se escapan corriendo, pues curiosamente les debemos dar miedo. Cosas de ratas que en realidad eran ratones. Como siempre se escuchaban por la misma zona baja de la pared, a poco que te fijes enseguida ves por donde salen a robarte lo que pueden pillar. Ellas son muy suyas y quieren comer todos los días.

El primer día cometimos la torpeza salvaje de trabajarnos (ahora os explico de qué) el agujero del marco de la puerta, podrido de tanta agua de fregar, y que era por donde debían salir a pasear mientras dormíamos. Trabajarnos decía, de matamoscas en spray que era lo único que llevábamos encima. Sospechábamos antes de viajar de que nos pudieran molestar los mosquitos, pero no las ratas.

Aquello no funcionó y creo que para las ratas era como un vermut nocturno. Así que tapamos el roto del marco de la pared con papel a presión bien embadurnado de matamoscas. Y al menos las amigas debieron elegir otra habitación más fácil y las más de dos semanas nos dejaron en paz. Estoy seguro que vosotros habríais bajado al Conserje a quejaros. pero eso es porque no conocéis la enorme zona de atención al paciente cliente con filas de una hora y las caras de las personas que te atendían. New York es una ciudad maravillosa, os lo aseguro.

Pero ratas vimos, vivas y muertas, en Central Park. El suelo de New York es un cado impresionante para estos animales pues es roca muy dura donde pueden vivir formando colonias inmensas si quieren y las dejan. No es un suelo plano y blando como en muchas ciudades españolas. Y la recogida de basuras en New York es tan fabulosamente caótica, que ellas pueden vivir maravillosamente allí. Y os advierto. New York es fabuloso, es mucho más que el temor a ver unas ratas pues animales hay muchos por los parques incluidas las ardillas que se acercan a comer de tu mano y son como ratas pero con colas levantadas en vez de arrastradas. Y siempre encontrarás a una buena personas que te diga que son gatos, en serio.

Solchaga ya no parece socialista

Escuchar a un exministro socialista como Carlos Solchaga decir en el 2018 que los pensionistas no tienen razón…, como poco duele en el alma. ¿A quien tuvimos gobernando? Nadie obliga a los exministros a tener que opinar, deberían pensar antes de hablar que ellos fueron “algo” y que si ahora se les pregunta no es por su condición actual, sino por su condición pasada. Y si no quieren seguir siendo exministros lo que deben hacer es no responder.

Es verdad que los pensionistas de hoy reciben más de lo que pagaron, faltaría más. Pero es que el sistema de pensiones no se creó para recibir lo mismo que se entrega, es un sistema totalmente distinto. ¿Yo le debo a mi padre lo mismo que él me dió, en dineros constantes? Joder, eso no es así, nunca ha sido así.

El Sistema es generoso, pero Carlos Solchaga o algunos ministros socialistas de la época de Felipe González no son ni generosos ni correctos. Con lo que pagamos los que empezamos a trabajar a los 14 años en 1970 se pagaron las pensiones del año 1970. Y entonces, con mis recaudaciones y las de muchos millones de oficiales y adultos se pagaban de sobra las pensiones y los impuestos de los que nadie se quejaba. Ese era el contrato. 

Quien trabaja paga a quien no trabaja. Y si sobra…, si sobra el Gobierno decide qué hacer con lo que sobra. Y si falta pues tendrá que hacer lo que sea necesario para que no falte.

Todo lo demás son trampas, las explique un socialista o un liberal. O se cambia el sistema y se arriesga quien lo cambie a tomar la decisión de en qué punto se cambia y a quien le afectan los derechos adquiridos. 

Por cierto, siendo como era Solchaga ministro de Economía, se le olvida decir que las pensiones sirven hoy para paliar muchas deficiencias económicas del sistema laboral con ayudas familiares que van al revés que siempre. Hoy desde los abuelos a los hijos. Y se le olvida también decir que los pensionistas con consumidores natos. Y eso es actividad económica. 

Si las pensiones actuales no se cubren con las cotizaciones las culpas y responsabilidades son de muchos, pero de quien NO son es de los actuales pensionistas. ¿Por qué se cotiza poco y mal? ¿Por qué la recaudación de nuestros impuestos es mucho menor en términos de PIB interno que los países de Europa más cercanos, como Francia o Alemania?