14.9.18

Internet será controlado por los poderes

Los tiempos son tan curiosos y raros que ya nada es sólido. Tras modificar las leyes para que publicar en internet sea más complicado y menos libre aunque lo hagas sin ánimo lucrativo, surgen las preguntas a miles encerradas en una sola: ¿Merece la pena seguir escribiendo y publicando en blog y similares? 

En realidad el debate es otro, surge el deseo claro de controlar internet y sus contenidos, no tanto por los derechos de autor, como por las manipulaciones mentales de unos contra otros. Y en esos deseos de “controlar” la herramienta, el vehículo, puede caer de todo y contra todos.

Si poner una imagen con unos pocos K en internet es violar derechos de autor, casi en la misma medida que robar la obra original, estamos abriendo unas puertas amplisimas a que internet pierda gran parte de su contenido actual. Si se trata de compensar de alguna pequeña manera a los dueños de los derechos deberían ser las grandes empresas contenedores que sí obtienen enormes beneficios con sus servicios y donde el altruismo de muchas páginas saben rentabilizarlo para su exclusivo beneficio. Pero nunca el usuario que además de ser pasivo es activo y a veces deja, copia, intercambia, multiplica, noticias o imágenes de muy dudosa calidad.

Las bombas españolas no tienen efectos secundarios

Es tranquilizador que a la sociedad nos traten como a imbéciles, eso nos hace sufrir mucho menos, ser más felices a costa de que nos mientan. Es simpático ver como en el siglo XXI todavía disfrazan la verdad para no darnos disgustos. Ahora ha sido Borrell advirtiendo que las 400 bombas que vendemos a Arabia Saudí no van a producir efectos colaterales, que es tanto como decir que son muy eficaces y que solo matarán allí donde caigan. Un alivio. Las bombas son para matar y destruir, no sirven para hacer paella ni para fabricar escuelas.

Todo nos lo quieren disfrazar por nuestra tranquilidad. Sería más lógico y adulto que se nos dijera que las bombas hay que venderlas, sabiendo que van a matar, porque necesitamos dinero para hacer funcionar España. Y que parte de nuestra industria nacional sirve para eso, para matar. Pero eso igual nos hacía sentirnos mal como españoles de bandera. Mejor así, que se nos trate como a niños, que al fin, es lo que parecemos ser como grupo social.