13.8.18

Encuesta política en la España de 1973

También en tiempos de la dictadura franquista se hacían encuestas para saber qué opinaban los españoles, pues en los años 70 ya se preveía desde el bunker del régimen que España tenía que moverse hacia una democracia y había que detectar en qué grado. Heraldo de Aragón ha publicado esta encuesta del año 1973, donde se pretendía adivinar qué pensaban los españoles de los distintos grupos políticos, en aquellos años en que estaban prohibidos. 

De los pocos que sí sabían, la mayoría se inclinaban por asociaciones del propio Movimiento franquista o por la Democracia Cristiana. La Falange tenía el mismo resultado que los socialistas, y como era lógico, los comunistas ni se les quería poner en la hoja del sondeo, pues eran los auténticos enemigos del franquismo en la España de aquellos años.

Era el inicio del llamado “Espíritu del 12 de febrero” un discurso del Presidente Carlos Arias Navarro de 1974 antes las Cortes Franquistas, con el que se habría la posibilidad de crear asociaciones políticas dentro de la dictadura, que en nada se parecía a dar permiso para la existencia de partidos políticos. Aquellas pretendidas "asociaciones políticas" debían tener un mínimo de 25.000 afiliados lo que era una barbaridad en aquella España sin libertad de ningún tipo y una presencia en al menos quince provincias, y tenían que ser asociaciones compatibles en sus Estatutos con el Movimiento Nacional.

12.8.18

La Barcelona amable con rincones urbanos escondidos

Lograr que los rincones más escondidos de las ciudades sean una fuente de belleza y de calma dentro de las ciudades que son pequeños monstruos que se dedican a buscar rincones para convertirlos en maleza escondida, es una de las tareas del urbanismo amable. Todas las ciudades tienen sus calles oscuras, sus rincones escondidos y casi peligrosos. New York sería el ejemplo más sencillo donde junto a grandes avenidas para turistas hay calles sucias llenas de fábricas o almacenes donde muy pocas personas de fuera de la Gran Manzana pasean.

Este rincón es la zona trasera del “puro” de Barcelona, la famosa Torre Agbar que con sus 145 metros es el edificio más alto de la Ciudad Condal. Es una zona apartada de las calles principales que rodean al edificio, y podría —si no se hubiera cuidado y diseñado para la calma urbana— haberse convertido en un clásico rincón de servicios, lleno de suciedad e incluso de miedos. El diseño urbano debe cuidar precisamente estos rincones con la misma atención que el diseño de las postales urbanas.