3.7.18

Patio interior en Bélgica. Calma, verde, arte

Cada sociedad o cada zona del mundo, tiene sus propios diseños de patios interiores. Esas zonas de entrada, que ya no son calle, que ya son zonas privadas, y que representan el paso intermedio entre “la calle” y “el interior”, sea hacia zonas de viviendas o hacia lugares de trabajo. Hay sociedades en las que estos patios no existen abiertos a la calle, y son más bien patios (ya) interiores desde donde se distribuyen las habitaciones o incluso diversos pisos o viviendas, Las clásicas corralas castellanas o los patios interiores de los edificios árabes serían el ejemplo más sencillo. Distribuidores comunales de servicios.

Este patio intermedio entre la calle y los interiores privados es de Malinas, una ciudad de Bélgica. Y siendo una mini plaza ya privada sí es necesario remarcar algunos detalles clásicos y muy interesantes. Por una parte la sensación de tranquilidad, de naturaleza verde. Por otra una cierta libertad y amplitud para poder dejar aparcadas las bicicletas que son su medio de transporte al trabajo. Y por último el detalle de poner en medio de esta mini plaza una obra de arte, al igual que los árabes ponen una fuente con agua manando y refrescando el espacio.

2.7.18

Valencia reduce la contaminación urbana del aire

Valencia ha convertido una de las zonas más contaminadas de la ciudad en un espacio con una contaminación muy baja. Es la plaza Tossal y sus alrededores en el centro de la ciudad de Valencia donde el ingeniero químico José Manuel Felisi lleva revisando el grado de contaminación en el aire y comparándolo con 300 puntos de la ciudad, para saber de qué forma se es posible incidir sobre la contaminación.

Esta zona es un trazado urbano muy antiguo, es el Barrio del Carmen de Valencia con calles estrechas y sinuosas, edificio altos para la anchura de la calle, donde el aire casi no entra para ventilar, sin zonas verdes suficientes, y donde la contaminación por concentración de dióxido de nitrógeno se concentraba en unos umbrales superiores a lo permitido. ¿Y qué se ha realizado? 

Pues algo tan sencillo como prohibir la circulación de coches que no sean de vecinos. José Manuel Felisi y su equipo forman parte de València per l'Aire, un colectivo integrado por 30 asociaciones ciudadanas y profesionales preocupados por la contaminación ambiental.

El cambio afecta a bastantes calles alrededor de la zona, contagiadas por el efecto de potenciar el uso de la bicicleta y del peatón, a cambio de suprimir el uso del coche al que se obliga a pasar por otras zonas de la ciudad, donde la limpieza del aire es mucho más sencilla por sus anchuras urbanas o por disponer de zonas verdes a su alrededor.