2.6.18

PSOE, PP, PODEMOS, CIUDADANOS. ¿Quien lo tiene peor?

De esta semana española salen ganadores y perdedores, pero solo de forma momentánea. La partida no ha hecho más que empezar, y quedan sin hacer algunos movimientos claros que configurarán el futuro próximo de España. ¿Los actores? Pues todos, sin duda todos, pues todos saben que se la juegan a ganar o perder.

El PP puede quedar destruido, roto por ellos mismos…, o puede coger impulso con gente limpia y plantear una seriedad que deben lograr que sea creíble. Son profesionales de la política y cambiar las formas es fundamental. Y evitar esa crispación de señorito andaluz, que tantas gracias hace entre los de la más extrema posición.

El PSOE tiene que demostrar que sabe ganar y gestionar, que es capaz de liderar España en su complejo engranaje, y que a ellos los problemas les sirven para aprender a resolverlos. Tarea complicada, pero que depende sobre todo de sus posiciones. Se moverán un poco a la derecha pero creo que será un error táctico.

A PODEMOS les espera el gran trabajo de la izquierda. Deben unirse en un compacto grupo, deben crear un conglomerado territorial y empezar a plantear soluciones progresistas dejando la teoría para la Universidad. De ello, de Podemos depende que los socialistas ocupen su espacio de centro izquierda y lo defiendan con saña, o se escoren hacia otros lares.

De Ciudadanos no hay mucho que decir, tras demostrarse —por ellos mismos— que no supieron leer bien la Moción de Censura. Les queda hacerse mayores y eso es cuestión de tiempo y no de ganas. Si el PP tiembla o se rompe, el futuro es suyo. Si el PP se pone berraco lo tendrán mucho más complicado. No tienen un equipo amplio, y esa es una tarea pendiente.

Del resto de partidos un detalle. Compromís es el Oregón de la política española, al menos de la política de izquierdas. Es el ejemplo más claro de análisis sencillo y lógico, responsable y fácil de entender. Yo copiaría muchas cosas de Compromís —debe ser relación de amigos—, pero también es un análisis de sus formas que representan la sensatez y el sentido común. Algo que parece imposible en estos momentos. Y sí, no son infalibles, pero se equivocan menos que otros, pues también lo tiene más fácil. Lo pongo como ejemplo de espejo, de libro donde leer.

Consejos idiotas para Pedro Sánchez y el PSOE

Si algo va a caracterizar el nuevo gobierno de Pedro Sánchez tiene que ser por obligación de funcionamiento, el equipo duro y fiel que le tenga que acompañar en esta muy compleja andadura de nadie sabe cuantos meses. España se lo merece, la izquierda moribunda se lo merece, yo me alegro profundamente pues puede suponer el renacer de las ideas y de los trabajos pensando en la sociedad.

El PSOE tras atravesar un desierto largo y complicado, sin casi oasis con los que llevarse a la boca un poco de agua, va a cambiar las arenas por las piedras. Y lo saben bien, y están preparados para ello. En eso España no debe preocuparse, saben donde se han metido. ¿Será suficiente con saberlo?

Pues sin duda los palos en las ruedas se los van a intentar colar tras cada paso. Y aun con 180 votos en el Congreso apoyando su investidura les van a recordar que son unos llegados administrativamente, y no tras las urnas. No deben hacer caso a los cantos agridulces, menos todavía a las Redes Avinagradas, y van a necesitar como agua de mayo un medio de comunicación que les sea favorable. Y no será fácil.

El trabajo es mucho, tanto que en el camino se van a quedar muchas expectativas sin poder cumplir. Y deberían explicarlo para que el desencanto sea al menos un desencanto informado. Deben cambiar profundamente la forma de comunicarse con la sociedad desde el Gobierno. Las formas y los fondos. Y a falta de nuevas Leyes, cambios profundos en las viejas, deben sin duda nombrar a personas afines en los puestos más importantes del Estado, en los fáciles de nombrar y también en los más difíciles.


Que tengan pocos meses para demostrar de lo que son capaces es positivo para España. Se van a equivocar en algunas decisiones, pero tienen la obligación de acertar en muchas otras, y lo saben. Van a tener que ser osados sin romper los envoltorios, un trabajo casi de magos del escapismo, pero no hay otra. Se puede, y por ello deben intentarlo.

Lo peor que les puede suceder es que pasen desapercibidos, que sea un periodo gris y apagado, que desactiven las necesidades sociales. No me importan tanto las estadísticas o los gráficos como las sensaciones, las capacidades, cambiar el pesimismo por el optimismo y cambiar la sonrisa de los ministros por la seriedad de quien está trabajando duro. Se puede ser optimista, sin poner cara falsa de sonriente amigo de los niños.