Parece imposible que en estos tiempos de crisis social y de conceptos sociales en declive, no seamos capaces de emplear el razonamiento o el sentido común, como una herramienta lógica y muy sencilla. Nunca desde 1975 hemos tenido una situación tan delicada en España.
Hemos perdido peso en Europa, no tenemos dirigentes políticos válidos, no hay estabilidad política desde hace unos años, la izquierda está dividida en el mejor de los casos, la podredumbre y el caso junto a la corrupción de la derecha es lamentable, se han perdido respeto a valores que son la columna de cualquier sistema democrático como la justicia.
Cataluña es un caso especial pues no estamos sabiendo resolver el que es un problema social que se está pudriendo cada día. Alguien está jugando contra España y España no se está enterando, jugando a sacar banderas a los balcones y a ponerse en el lado del ninguneo.
El inmovilismo como sistema político es un grave error. Todo se mueve, europa se mueve, nuestra economía y nuestros derechos laborales. Mantenerse quieto desde la política, desde todas las ópticas es un grave error, pues demuestra una falta de inteligencia política que vamos a pagar en las próximas décadas.
Si todo se mueve y tú te quedas quieto, quedas desplazado.
7.5.18
Vivimos en el vacío de unos tiempos vacíos
Uno, con los muchos años a las espaldas, se va dando cuenta de que cada vez sabe menos cosas. Admitimos también que es tanto lo que nos queda por leer que llegamos a dudar si merece la pena seguir intentándolo, seguir leyendo, pues siempre se quedarán más cosas sin saber que las que creemos haber aprendido.
Incluso algunos de nosotros entramos en esa fase deprimente de la duda existencial, de preguntarnos si realmente merece algo la pena de lo que hemos hecho, o de lo que nos queda por hacer.
Efectivamente las respuestas siempre son negativas. pero las diferencias de quien supera esa fase es que sabiendo que nada sirve para casi nada, admitimos también que eso no importa, que el camino es lo único válido y que hay que seguir recorriéndolo con alegría y disimulo.
Efectivamente las respuestas siempre son negativas. pero las diferencias de quien supera esa fase es que sabiendo que nada sirve para casi nada, admitimos también que eso no importa, que el camino es lo único válido y que hay que seguir recorriéndolo con alegría y disimulo.
Como si no nos estuviéramos enterando de que todo es un poco falso y de poca enjundia.
En estos tiempos líquidos, nada parece perdurar.
En estos tiempos líquidos, nada parece perdurar.
Y es tanta la sobreexposición a todo, que nos resulta casi imposible separar el polvo de la paja.
Y lo digo así de raro. Pues nunca hay chicha dentro. O es polvo o es paja.
¿Hay algo aprovechable en esos periodos de la existencia humana que pasan sin pena ni gloria?
El Renacimiento fue el descubrimiento del Arte antiguo. Pero en realidad fue la constatación de que lo que se estaba haciendo antes no valía para nada.
El Renacimiento fue el descubrimiento del Arte antiguo. Pero en realidad fue la constatación de que lo que se estaba haciendo antes no valía para nada.
Se volvió hacia atrás, no desde la evolución, sino desde la revolución del retroceso.
La Edad Media les parecía floja, pedregosa, aburrida, insulsa y llena de guerreros con cascos. Y decidieron olvidarla. Que es posiblemente lo que harán nuestros nietos… con todo esto que hoy vivimos.
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