No hay duda de que la actual sociedad española no está contenta con su actual sociedad española. Unos contra los otros o contra sí mismo. Todos decimos que así…, a ninguna parte, pero nadie sabemos qué hacer. O lo que parece igual, todos queremos que alguna mente privilegiada nos resuelva el entuerto.
Nuestro descreimiento está repartido por igual entre todas las capas sociales, entre las diferentes ideologías, territorios o culturas. Con lo cual es sencillo diagnosticar, que efectivamente estamos hasta los bebos. Que incluso no nos importaría males mayores, si así se pudieran explorar futuros nuevos. Y esto que digo es una barbaridad detectable.
Los neoliberales han hecho su agosto haciéndose amigos de ellos mismos. Supieron transformarse y se añadieron el pronombre de “neo” para aparentar novedad y modernismo. Y sin duda lo consiguieron con gran éxito.
La izquierda temió que si se añadía el “neo” perdía sus esencias. Y efectivamente, las ha perdido del todo sin añadir nada de nada. Se ha quedado sin olor. Y lo que es peor, sin destino ni en lo local ni en lo universal.
Reconstruir todo este desierto no es cuestión de unos pocos años. Incluso es mejor que sea así, pues se necesita un cambio de tal transcendencia, que si se hiciera por la “transición” nos volveríamos a quedar en el mismo sitio, pero con la cara cambiada.
La izquierda debe irse a casa, y dejar que nazca otra nueva izquierda. La de Podemos con Iglesias tampoco ha funcionado. Y si hay dudas preguntárselo a ellos mismos y su decaimiento o su falta de asistencia vital. Se murió antes de nacer del todo, por errores tácticos brutales y de preescolar.
Cuando decimos que a alguien le tocará reconstruir el progresismo nos estamos equivocando. Primero porque eso nos toca a todos nosotros. Y segundo porque tal vez no haya que reconstruir nada, sino lograr que nazca algo nuevo.
Son tantos los problemas que tenemos, tantos y tan graves sobre todo en los asuntos laborales y económicos a medio plazo, que o somos capaces de edificar una nueva teoría de la relación social, o volvemos al esclavismo. Y eso sí, mientras tanto podemos reírnos de esta apreciación. He dicho esclavismo con todas las de la Ley, Es decir, legal, más legal. Mucho legal. Todo legal.
Ya no importa el dinero pues la tendencia es a que no exista. Y a cambio a que se asiente el poder de unas personas sobre otras, a costa de poder comer, de tener cueva con aire acondicionado, de disfrutar de internet aunque esté controlado. Quien pueda repartir trabajo en realidad ya no repartirá sueldos o dinero, sino comida y cuevas. Seguridad para hoy y hambre para mañana cuando ya no seamos útiles para ser esclavos.
Podemos ver esto de otra forma. Que es como quieren que lo veamos “los otros”. Es mucho más simple y feliz pensar que estoy equivocado. Incluso a mi me daría igual cómo queréis pensar. Yo ya no estaré para veros. Pero es que no puedo callarme, no debo guardar mis miedos, aunque no me afecten directamente a mi. Vosotros mismos.
Eso sí, podéis ir pensando que todo el texto está redactado en masculino o no en neutro, y así os tienen entretenidos y entretenidas, y no os desviéis de sus objetivos. De los de ellos.
25.2.18
La España despoblada es muy cara de mantener sin solución
Algunos dirigentes políticos de España están tomando conciencia de que la despoblación en media España es un problema grave y estatal que hay que corregir, o nos quedaremos con un país partido, roto, empobrecido y muy costoso de mantener.
La despoblación —como decimos desde siempre— afecta a las personas que viven en esos territorios desérticos de España, pero también y mucho a todos los ciudadanos aunque vivamos en ciudades masificadas, pues habrá que pagar lo que nos cueste mantener el desierto. Y es mucho.
Decía Susana Díaz que ser de izquierdas y nacionalista no es compatible, pero claro, ella lo dice desde un territorio grande, sin historia ni cultura diferente a la de Madrid que no sea la árabe, y que recibe y ha recibido ayudas sin medida para escasos resultados sociales que compensan su particular forma social de estar en España.
La Andalucía no interior es ayudada por un turismo en crecimiento y su situación litoral, aunque con una burguesía dueña del campo, que impide que Andalucía crezca como es debido, siendo además un territorio que ha exportado a los mejores de su sociedad en décadas pasadas a otros territorios de la España rica, cansados de ser andaluces en Andalucía.
No debemos mezclar problemas territoriales sin resolver y sin el respeto de ser entendidos y atendidos. En una cultura e historia propia…, ser de izquierdas y nacionalista es lo normal si no te respetan lo suficiente.
O debería serlo para poder defender tu propio territorio y sociedad desde dentro, ya que desde fuera no lo hacen ni lo harán, pues no les interesa.
La despoblación en Aragón Castilla, Galicia y Asturias con parte de Extremadura es un grave problema que va en aumento.
Gobernar durante una década España sin saber resolver ningún problema, supone siempre que todos ellos crezcan y se conviertan en crónicos y en mucho más complejos. Y eso le está pasando a España, le guste o no lo guste a los que creen que España termina en Madrid y en las tierras que tienen mar.
La despoblación —como decimos desde siempre— afecta a las personas que viven en esos territorios desérticos de España, pero también y mucho a todos los ciudadanos aunque vivamos en ciudades masificadas, pues habrá que pagar lo que nos cueste mantener el desierto. Y es mucho.
Decía Susana Díaz que ser de izquierdas y nacionalista no es compatible, pero claro, ella lo dice desde un territorio grande, sin historia ni cultura diferente a la de Madrid que no sea la árabe, y que recibe y ha recibido ayudas sin medida para escasos resultados sociales que compensan su particular forma social de estar en España.
La Andalucía no interior es ayudada por un turismo en crecimiento y su situación litoral, aunque con una burguesía dueña del campo, que impide que Andalucía crezca como es debido, siendo además un territorio que ha exportado a los mejores de su sociedad en décadas pasadas a otros territorios de la España rica, cansados de ser andaluces en Andalucía.
No debemos mezclar problemas territoriales sin resolver y sin el respeto de ser entendidos y atendidos. En una cultura e historia propia…, ser de izquierdas y nacionalista es lo normal si no te respetan lo suficiente.
O debería serlo para poder defender tu propio territorio y sociedad desde dentro, ya que desde fuera no lo hacen ni lo harán, pues no les interesa.
La despoblación en Aragón Castilla, Galicia y Asturias con parte de Extremadura es un grave problema que va en aumento.
Gobernar durante una década España sin saber resolver ningún problema, supone siempre que todos ellos crezcan y se conviertan en crónicos y en mucho más complejos. Y eso le está pasando a España, le guste o no lo guste a los que creen que España termina en Madrid y en las tierras que tienen mar.
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