5.2.18

Prisión Permanente Revisable. No sirve, ya lo siento

Prisión Permanente Revisable. El nuevo mantra de la derecha para popularizar la justicia de la venganza. Claro que sí, las familias que han sufrido la pérdida tremenda de una persona cercana sufren como nadie sabría explicar. Sin duda. Y se merecen consuelo y apoyo. Pero la seguridad no se logra con más cárcel, con más años de cárcel. Ojala fuera verdad que aumentando los años de cárcel a unos desalmados, se pudiera evitar en alguna medida la delincuencia.
La seguridad se logra con más educación, con diferente educación y con más ocupación. Con evitar el delito antes de que se produzca. Nunca con castigar más a los animales que no saben diferenciar entre libertad y cárcel. 

En EEUU aumentan los crímenes duros, aunque haya pena de muerte. Los enfermos de violencia no saben diferenciar entre razón y penas largas. Nosotros somos los que debemos entender esto y remediarlo. Antes. Siempre antes.

Poner delitos agravados supone un trabajo extra para los abogados defensores. Solo eso. Para los buenos y caros abogados defensores, pues los de oficio, los que defienden a los tontos, enfermos y pobres, esos, tardarán más en saberse todas las triquiñuelas. 

Hay delitos inevitables, delitos que duelen tremendamente pero que siempre se van a producir pues ser delincuente es mucho más sencillo que saber o poder defenderse desde la sociedad.

Pero estos delitos crecen si el caldo de cultivo social apoya a que crezcan las bacterias humanas que no están ocupados en su futuro. Podemos poner más y más cerca la Prisión Permanente Revisable. Pero debemos saber de antemano que esto no servirá para evitar los crímenes brutales ni para que algunos gilipollas se rían de la justicia. Eso se logra de otra forma. 

Más trabajo y más/mejor educación.

Nacionalismos y globalización. Compleja relación


Ilusionar sobre España no es sencillo tras habernos armado de odios y ascos.
La Transición no supo incorporar el concepto “español” como algo positivo, pues veníamos de un nacionalismo español violento y dictatorial. Era imposible, y ya nunca más se intentó en España acercarnos en positivo al chovinismo más básico y positivo, que existe. Como existe el negativo.

Pero ese concepto de creerse lo propio casi como lo único, está muy asentado en países vecinos, y tal vez por ello jugamos en inferioridad de condiciones a la hora de defender lo nuestro hacia Europa y hacia los mundos vecinos y occidentales.

Ahora tocaría valorar lo propio en ese segundo círculo que está entre nuestro territorio básico y Europa. Entre la Comunidad y la Globalización. Equipos defensivos de menos de 50 millones ya somos muy poco. Casi lo son los 500 millones, si no están unidos de verdad.

El nacionalismo tiene diversas acepciones, grados y espacios de trabajo. Incluso como ideología sabe adaptarse a los tiempos históricos y a los cambios imprescindibles. 

En tiempos de globalización los nacionalismos tienden a la rareza, pues aunque parezcan imprescindibles para defender tu cueva, no tienen fuerza para defenderse ante la nueva realidad. 

Por eso incluso los nacionalismo deben agrandar su espacio y convertirse en “grandes” nacionalismos de Estado, más que en pequeñas parcelas.

Pero nacionalismos sociales, humanos y que sobrevuelan sin estorbar. Donde se acepten dentro otros nacionalismos menores y todas las ideologías. 

Los nacionalismos excluyentes están heridos de muerte. Excepto que se levanten en sus últimos estertores.