4.2.18

Europa, inmigración y Felipe González. Mucha tela

He leído la larga entrevista a Felipe González en El Mundo. Se va curando de su enfermedad conservadora, retoma algunos brillos progresistas. Vuelve al sentido común de la explicación y el entendimiento social. Nada es perfecto, tampoco él, menos todavía el momento actual que vivimos. Coincido en algunos diagnósticos, no en todos, pero vuelve al camino de la razón.

Yo también supe de conocidos políticos, de esos de los que se decía poseer islas desiertas en propiedad y que tenían que trabajar en lo que podían para pagarse los alimentos. Tardaremos muchos años en aprender a respetar al que se dedica a los demás. Los políticos que han robado han hecho un daño tremendo. En cambio a otros oficios se les perdona. E insisto, nadie tenemos las manos limpias.

No hay izquierda en España y en Europa porque no hay nada de nada. Estamos vacíos. Pero no en blanco. Tampoco estamos en esos minutos del reset esperando que todo empiece de nuevo. En las sociedades nada empieza desde cero. No es posible vaciar la RAM. Si acaso ir cerrando aplicaciones y no atontar al Sistema.

Creo como Felipe en que hay que aumentar la CALIDAD de Europa, que es nuestra única defensa ante el futuro, que la globalización no la estamos entendiendo y menos gestionando para que sirva de reparto de lo positivo. No más o menos Europa, sino aumentar la calidad de la Europa que ya tenemos.

Y creo que desde la izquierda deberíamos replantearnos las relaciones con la inmigración en clave positiva y aprender a explicarlo. Siempre he creído que un inmigrante que viene a España es un activo positivo. Otra cosa es que no sepamos verlo así y menos todavía saber aprovecharlo como activo.

Defendernos contra el cáncer con 7 medidas

Llega más frío, nieva en Madrid. Es enero. Leo que el cáncer y sus medicamentos tienen más que ver con el mercado que con la enfermedad, que los precios de los medicamentos son el gran negocio del siglo XXI, que avanzamos para defendernos a la velocidad que interesa al precio y a los laboratorios. No había duda, pero ahora lo dicen grandes científicos.

Los medicamentos contra el cáncer son el ejemplo más claro en la desigualdad social. Los nuevos productos solo están al alcance de los millonarios. tardan años en abaratarse. Los medicamentos viejos solo para los países con Seguridad Social o para la clase media. Los demás se mueren. Quedan los brujos y el ajo con cebolla para los pobres.

Al final contra el cáncer se está investigando en la línea de tenernos que defender nosotros mismos. Como con todo. Aumentar la autoinmunidad con más investigación en este campo parece una línea de defensa cada vez más eficaz. La autoinmunidad inducida y la prevención desde nuestras ganas de vivir. Y sin duda hacer caso a siete controles casi gratuitos.

Prohibición del tabaco, siempre es venenoso
 Limitación del alcohol fuerte
 Control de la obesidad y de la glucosa en sangre
 Más, mucho más ejercicio físico
 Evitar tóxicos en el medio ambiente y el trabajo
 Evitar radiación ultravioleta
 Emplear y exigir los programas de detección precoz