5.2.18

Nacionalismos y globalización. Compleja relación


Ilusionar sobre España no es sencillo tras habernos armado de odios y ascos.
La Transición no supo incorporar el concepto “español” como algo positivo, pues veníamos de un nacionalismo español violento y dictatorial. Era imposible, y ya nunca más se intentó en España acercarnos en positivo al chovinismo más básico y positivo, que existe. Como existe el negativo.

Pero ese concepto de creerse lo propio casi como lo único, está muy asentado en países vecinos, y tal vez por ello jugamos en inferioridad de condiciones a la hora de defender lo nuestro hacia Europa y hacia los mundos vecinos y occidentales.

Ahora tocaría valorar lo propio en ese segundo círculo que está entre nuestro territorio básico y Europa. Entre la Comunidad y la Globalización. Equipos defensivos de menos de 50 millones ya somos muy poco. Casi lo son los 500 millones, si no están unidos de verdad.

El nacionalismo tiene diversas acepciones, grados y espacios de trabajo. Incluso como ideología sabe adaptarse a los tiempos históricos y a los cambios imprescindibles. 

En tiempos de globalización los nacionalismos tienden a la rareza, pues aunque parezcan imprescindibles para defender tu cueva, no tienen fuerza para defenderse ante la nueva realidad. 

Por eso incluso los nacionalismo deben agrandar su espacio y convertirse en “grandes” nacionalismos de Estado, más que en pequeñas parcelas.

Pero nacionalismos sociales, humanos y que sobrevuelan sin estorbar. Donde se acepten dentro otros nacionalismos menores y todas las ideologías. 

Los nacionalismos excluyentes están heridos de muerte. Excepto que se levanten en sus últimos estertores.


4.2.18

Europa, inmigración y Felipe González. Mucha tela

He leído la larga entrevista a Felipe González en El Mundo. Se va curando de su enfermedad conservadora, retoma algunos brillos progresistas. Vuelve al sentido común de la explicación y el entendimiento social. Nada es perfecto, tampoco él, menos todavía el momento actual que vivimos. Coincido en algunos diagnósticos, no en todos, pero vuelve al camino de la razón.

Yo también supe de conocidos políticos, de esos de los que se decía poseer islas desiertas en propiedad y que tenían que trabajar en lo que podían para pagarse los alimentos. Tardaremos muchos años en aprender a respetar al que se dedica a los demás. Los políticos que han robado han hecho un daño tremendo. En cambio a otros oficios se les perdona. E insisto, nadie tenemos las manos limpias.

No hay izquierda en España y en Europa porque no hay nada de nada. Estamos vacíos. Pero no en blanco. Tampoco estamos en esos minutos del reset esperando que todo empiece de nuevo. En las sociedades nada empieza desde cero. No es posible vaciar la RAM. Si acaso ir cerrando aplicaciones y no atontar al Sistema.

Creo como Felipe en que hay que aumentar la CALIDAD de Europa, que es nuestra única defensa ante el futuro, que la globalización no la estamos entendiendo y menos gestionando para que sirva de reparto de lo positivo. No más o menos Europa, sino aumentar la calidad de la Europa que ya tenemos.

Y creo que desde la izquierda deberíamos replantearnos las relaciones con la inmigración en clave positiva y aprender a explicarlo. Siempre he creído que un inmigrante que viene a España es un activo positivo. Otra cosa es que no sepamos verlo así y menos todavía saber aprovecharlo como activo.