31.10.17

Desayunos correctos y saludables

Iniciar el día con un simple vaso de leche o un zumo es un error importante para la salud. Es tan grave como fumar, tener el colesterol incontrolado, beber alcohol en exceso o ser un sedentario sin ánimo de cambio. Hay que desayunar fuerte, o como poco hay que tomar proteínas, hidratos de carbono, líquidos y fibra.

Empezar el día requiere que nuestro cuerpo se active en todas sus partes, se ponga internamente a trabajar, se “despierte” del todo. Y para ello hay que iniciar la primera digestión del día.

Aproximadamente el 20% de la personas desayunan correctamente, lo cual es una cifra bajísima. Hay un 70% que desayuna “casi” bien pero poco o sin el suficiente valor energético como para que se inicie el día interno de forma correcta. El restante 10% es un desastre.

Cereales, fruta o zumos naturales, café o té, lácteos o yogurt, huevos, frutos secos o cereales mejor si son integrales, fiambres de grasas aceptables como los jamones de todo tipo, panes, un pequeño bocadillo, etc. serían los alimentos básicos imprescindibles. Eso sí, naturales. 

No vale ni los zumos que no sean buenos y de verdad, ni la repostería industrial, ni alimentos muy elaborados o embutidos muy grasos. Y recuerda que hay que hidratarse, que llevas 8 horas sin tomar líquidos.

No debemos mezclar desayunos salados y dulces en la misma jornada, excepto que tu estómago lo permita bien. Y desayuna con calma, con su propio tiempo, sentado y nunca de pie. Y estos consejos son más importantes en la niñez y juventud y en la tercera edad.

Ventaja de la aspirina en dosis bajas, contra el cáncer

Llevamos más de 3.000 años utilizando la aspirina (sin este nombre) de una forma o de otra, y unos 1.500 años desde que se empezó a nombrar y dejar escrito el brebaje de cortezas y hojas del sauce para mejorar la salud. Desde hace 164 años la aspirina se sintetizó para quitarle el sabor casi imposible y parte de su jodida manía de irritar el estómago, aunque no fue hasta hace 120 años cuando Bayer y Félix Hoffmann consiguieron comercializar el ácido acetilsalicílico, al que por cierto le podrían haber puesto otro nombre más sencillo.


Llevamos bastantes años sabiendo que la aspirina (la vamos a llamar así para simplificar) a partir de los 50-55 años de edad, es buena para prevenir algunos los problemas de corazón por su efecto positivo ante los ictus y los infartos, siempre en dosis bajas y constantes, y revisando que no haya problemas de coagulación o de estómago o interacción negativa con otros medicamentos que tenemos que tomar. Los estudios avalan que es un protectos de salud en un 40% de las personas que tendrían tendencia a estos dos problemas cardiovasculares.


Otro estudio actual y presentado esta semana en Barcelona nos habla de que esa misma aspirina en dosis muy bajas pero tomada todos los días podría reducir el riesgo de algunos cánceres hasta en un 45% por los mismos motivos que previene las enfermedades cardiovasculares. Sobre todo cánceres de colon, de estómago, de esófago, páncreas o de hígado.


Se advierte que su función protectora viene tras haber estado tomando estas dosis bajas de aspirina durante al menos 5 años. Su mecanismo de acción es reducir el número y tamaño de pólipos que todos tendemos a formar en nuestro interior y que en algunos casos se transforman en tumores. Incluso el estudio demuestra que estos pólipos tienden a convertirse en malignos en muchas menos ocasiones. Su poder antiinflamatorio es el que realiza la gestión de estas ayudas de control al mecanismo tumoral.

Ya los médicos recetan estas dosis bajas de aspirina a los enfermos en los que las ventajas son superiores a los efectos secundarios y lo permiten el resto de medicaciones que debe tomar si es enfermo crónico. Pero nos podemos encontrar ante una medicación muy barata y reconocida que pueda prevenir ciertos tumores, en espera de poder encontrar una solución mejor.