18.10.17

6 herramientas para emprender una actividad nueva

Si quieres emprender una actividad importante y nueva en tu vida, si quieres emprender una nueva empresa, la que sea, para que te reporte más ingresos o simplemente más felicidad, debes tener en cuenta algunos asuntos básicos, que estoy seguro ya has tenido en cuenta. Vamos a revisarlos, para ver si alguna de ellas te inspira alguna nueva luz.

Debes analizar bien y con calma tu nueva actividad. La información es muy importante. Y no la que se logra en una jornada, sino en varias sesiones distintas, para que tú mismo te analices y te juzgues, veas sus posibilidades de forma amplia y desde varios puntos de vista. Calma, pero sin abandonar.

En este proceso debes ser positivo. Seguro que te afectarán miedos y dudas, ganas de olvidarlo todo y abandonar. No te hagas caso, continúa, pues abandonar es lo último que se hace siempre. Abandonar es cerrar. Si es necesario cerrar la nueva libreta…, lo harás sin duda, pero será lo último y cuando ya no exista otra posibilidad.

Emplea tu intuición, tu experiencia, pues si has llegado hasta aquí es por algo. Escúchate, sabes que sí eres capaz, que es cuestión de analizar todo y borrar lo que ya no sirve. No dejes que las palabras negativas de los demás te frenen. Si acaso recoge información de todos ellos pero valora más la intuición tuya.

Eres excelente, tú sí puedes, y además quieres hacerlo. Si te lo estás analizando es porque eres buena en lo tuyo. No decaigas y sigue adelante. No será fácil, ya lo sabías antes de comenzar, pero eso es lo interesante, que antes de entrar ya sabías que ibas a tener que emplear todo tu conocimiento y fuerza.

Emprender un nuevo camino agota, es duro, te entrará el desánimo en esos tiempos flojos de dudas. Confía en tí misma. Eres capaz de salir de esas dudas con más conocimiento y experiencia. Y pide ayuda si la necesitas. Algunos de los que te rodean estarán encantados de apoyarte.

Analiza qué se está haciendo desde otras opciones parecidas a la que ya has decidido emprender. Aprende, apunta, copia en una libreta qué ves de positivo y de negativo en lo que ya se hace. Apunta qué cambiarías. Aprende de lo que ya están haciendo en otros lugares, y selecciona. No se trata de poner en marcha copiando todo exactamente, sino de aprender y observar, de poner en marcha algo con tu propio sello personal.

17.10.17

Lo importante es no perder jamás la curiosidad

El verdadero tema no es cómo afrontar la vejez, sino cómo afrontar la vida. Todas las edades hay que vivirlas en tres dimensiones: hay que vivir el presente, hay que saber recordar y hay que saber soñar.


Si uno solo sueña, vive en las nubes. 
Si uno vive solo el presente y no es capaz de valorarlo por el viaje recorrido ni de proyectarlo hacia el futuro, vive con las orejeras puestas y no se entera de nada. 
Y si uno vive evocando el pasado y tratando de añorarlo, vive perdido.


Hay gente que no se toma la más mínima molestia para vivir de una manera inteligente, que le permita paladear la vida y entenderla, darle sentido, color y dimensión. Yo procuro siempre darle alegría e intensidad a lo que vivo.


Y como he vivido el paso del tiempo con naturalidad, he podido ir pasando etapas sin ningún particular sobresalto, sin que me sorprendiera el fantasma de los años.


Intento entender el mundo. Y ese es precisamente el motor de todo lo que ha sido mi vida: la curiosidad. No solo la que permite al investigador descubrir lo que no sabe y al astronauta encontrar planetas desconocidos, sino la curiosidad respecto al vivir.


Un sabio griego no lo era solo por hacer descubrimientos inteligentes, sino porque estos le permitían entender mejor el mundo y vivir más adecuadamente: saber para vivir, no saber por saber.


Como decía Einstein, “lo importante es no perder jamás esta bendita curiosidad” y, para ello, son fundamentales todas aquellas iniciativas (…), que trabajan para que los mayores se sientan integrados en la sociedad y se mantengan en constante movimiento físico y mental. No solamente porque es una manera verdaderamente inteligente y digna de acompañar a esas personas ayudándolas a vivir de verdad, en las tres dimensiones, sino porque, además, de ahí puede extraerse un zumo que el resto puede aprovechar.


La experiencia de los ancianos podrá regar la sociedad, solo si viven con lucidez y consciencia y siguen sintiéndose parte de la tribu. Y el que pueda llegar a morir habiendo estado hasta el último minuto en alguna acción dentro de un nosotros, yo creo que se muere vivo.