3.6.17

Pisos de alquiler baratos en New York

Este cartel está fotografiado en un vagón del Metro de New York, esta misma semana. Los “project” son grandes barrios creados por la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA) para dotar de vivienda a los residentes de bajos y moderados ingresos en los cinco condados de la Ciudad de Nueva York.

NYCHA también gestiona un Programa de Vivienda Arrendada de la Sección 8 por toda la ciudad en apartamentos de alquiler de un tamaño aproximado a los 60 metros cuadrados en edificios de gran altura creados para ser alquilados. Estas nuevas comunidades o barrios de personas con pocos recursos se nombran en la cultura popular como "proyectos", o "desarrollos".

La misión de la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York es aumentar las oportunidades para los neoyorquinos de ingresos bajos y moderados proporcionando viviendas seguras y asequibles y facilitando el acceso a los servicios sociales y comunitarios.

Más de 400,000 neoyorquinos residen en los 328 desarrollos de vivienda pública de NYCHA en los cinco condados de la ciudad. Otros 235,000 reciben asistencia de alquiler subsidiada en casas privadas a través del Programa de Vivienda Arrendada de la Sección 8, también administrado por NYCHA.

El precio del alquiler de estas viviendas oscila entre los 200 y los 300 dólares al mes, un precio realmente bajísimo, aunque es muy complicado lograr una vivienda de estas características, llegando en algunos casos a tener que estar en lista de espera cerca de los 10 años.

Las manzanas creadas con estos “project” son totalmente diferentes al resto de la ciudad. Grandes edificios pero de ladrillo, uniformes con ventanas iguales a modo de ciudad dormitorio, pero rodeados de zonas verdes interiores, creando islas dentro de una ciudad que no tiene excepto en sus parques muchas zonas verdes interiores.

En el cartel vemos que hasta los 50.000 dólares al año de renta, tienes derecho a la congelación a largo plazo del alquiler de estas viviendas, un detalle de donde está el límite de lo que en New York se considera pobreza e ingresos anuales sobre los que hay que apoyar con iniciativas públicas.

Estos proyectos se crearon para integrar a familias americanas sin recursos económicos para que no cayeran en la violencia. Y además para crear de forma separada del resto de la ciudad, barrios que acogieran a personas con pocos gastos fijos y que sirvieran como mano de obra barata. Están repartidos por toda la ciudad de New York, incluso por zonas que se pueden considerar muy céntricas, en el sur de Manhattan. Pero en todas las empresas de NY se saben perfectamente en qué zonas están ubicados, y cuando solicitan la dirección a cualquier operario, ya saben si viven en estos "proyect" y de esta forma hacen una selección de personas y del tipo de sueldo a pagar.



2.6.17

Barrios pobres o marginales. Cómo actuar

Los sistemas sociales más clasistas, apuestan por poner en valor a los barrios más marginados, auspiciando en sus teorías de las ciudades inteligentes que es mejor que existan estos barrios diferentes, separados claramente del resto de barrios llamados “normales”. E incluso valoran las ventajas de su existencia, como elementos grupales que ofrecen calidad a las ciudades y a su crecimiento.

Advierten que aquellas ciudades que tienen barrios marginales separados del resto, la ciudad asentada los emplean como activos económicos, lo cual es cierto, pero no positivo. Se crean dos sociedades paralelas y distanciadas, donde el trabajo y el consumo es muy diferente y los movimientos económicos muy distintos. Si se quiere tener mano de obra barata, simplemente se acude a estos barrios y se alquila como quien alquila una máquina. Y se paga con arreglo al nivel de vida y de consumo de estas zonas, donde todo es más barato.

Otro de los puntos que ellos consideran positivos, es que de esta forma agrupan a los habitantes “diferentes” en una misma zona, controlada y separada del resto. Y así pueden ayudarles mejor, actuar en mejoras sociales adaptadas a la medida del entorno social. Y siendo esto una verdad a medias, lo que se hace es retorcer el mensaje para positivar lo que en realidad es un acto negativo, que busca la desintegración social. Ayudan, sí, pero en una adaptación a la conveniencia del resto de la ciudad.

Incluso se venden estas actuaciones como el camino intermedio entre la ilegalidad en la que están sus habitantes, la marginación, los “sin papeles”, hacia la integración total. La verdad nos muestra que muy pocos logran salir de estas zonas urbanas separadas del resto pues una vez introducidos no se les ofrecen los mismos mecanismos de integración económica para poder salir de estas “cuevas” sociales en forma de barrios enteros.

En realidad la creación de estos barrios compactos más o menos marginales, lo que busca es pacificar la convivencia en el resto de la ciudad, clasificando por posibilidades económicas a los diferentes grupos sociales y culturales, actuando positivamente sobre los que más necesitan ayuda, pero confiándolos a unas zonas determinadas.


Incluso les ayudan a emprender negocios, a invertir en nuevas posibilidades económicas y laborales, pero siempre que sea posible, dentro de sus mismos barrios, para crear dentro de ellos subdivisiones económicas y sociales.

La alternativa más social es la integración de los habitantes diferentes y con menos posibilidades, entre la población asentada en el territorio, para que puedan disponer de las mismas posibilidades que el resto de vecinos. Para evitar conflictos, lo que hay que hacer es trabajar más y sobre todo más cerca del terreno social y urbano.