19.3.17

Si tienes más de 60 años léelo. Si no, espera unos años

Si yas tienes más de 60 años y me estás leyendo, tienes suerte, has decidido salir de tu zona de confort y te has puesto en la dura tarea de seguir aprendiendo, o lo que es mejor todavía, en practicar con tu mente como si estuvieras haciendo gimnasia mental. Bien, estás logrando mover el cerebro y con ello estás logrando vida. No es una tontería, es una realidad comprobada. No se trata de vivir más, se trata de vivir más años mejor. Sigue buscando más información en muchos otros lugares. Pero termina de leerme.

Si sigues con tus rutinas, estarás más tranquilo, pero más apagado también, menos activo, y como tendrás que pensar menos es posible incluso que te canses poco. De momento. Todo se hace automáticamente, no es necesario poner de tu parte y puedes vivir de maravilla en tu zona de confort, tranquilo y sin que nadie te moleste.

En realidad te estás molestando tú mismo.

Debes meter en tu cerebro información nueva. De lo que quieres, de lo que te guste, de lo que creas que es válido para tu forma de vida. Ya no se trata de conquistar el mundo, sino de conquistarte a ti. Sé tú. Por cierto, esta tarea —la de salir de la zona de confort— es muy complicada. Pero eso es lo bueno, ponerse retos complicados. Sigue buscando retos nuevos. Te queda toda la vida.

A partir de los 20 años las neuronas, las tuyas y las mías, empezaron a envejecer. Pero hay muchas maneras de envejecer, lo sabes, así que si aprender a ejercitarse es válido para tus piernas o tu corazón, también es válido para tus neuronas.


Habla, lee, conversa, reúnete con personas de tu edad o de otra, entrénate para ser mejor en lo que has decidido ser de nuevo, aprende y practica algo diferente a todo lo que has hecho hasta ahora, juega que el juego es bueno a todas las edades, sé positivo, ríete y activa tu mente. Haz relaciones nuevas. Escuchar y aprende. Y equivócate. No pasa nada por errar.

Si estás en la tercera edad, sal de tu zona de confort

Las personas mayores, tendemos normalmente a estar asentados en nuestra zona de confort y más que a ninguna edad, creemos que nos pertenece y que no debemos salir de ella, pues ya hemos hecho todo en la vida. Un peligroso error para nuestra salud mental y física.

Si tenemos sobre los 60 años y a poco que la ciencia sea capaz de adelantar algo los procesos de antienvejecimiento, vamos a poder llegar a los 90 o incluso más, en condiciones muy aceptables para disfrutar de la vida. Recordar que no se trata de vivir más, sino de vivir mejor en los últimos años de nuestra vida.

Pero para ello, además de que la ciencia tiene que encontrar algunos mecanismos de defensa contra enfermedades graves, nosotros como adultos asentados en la zona confort, debemos empezar a plantearnos varias cosas.

Una de ellas, tal vez la más importante, es que además de ejercicio físico moderado, debemos dejar de lado, abandonar más bien, esa zona de confort en la que es posible que nos hayamos asentado. Necesitamos seguir explorando vida aunque tengamos 70 años, pues depende de ello que sigamos vivos. La mente tiene que seguir recibiendo estímulos nuevos, debemos adaptarnos a las nuevas posibilidades, incluidas las nuevas tecnologías, y seguir pensando activamente todos los días.

Debemos tener un motivo vital para seguir vivos. Algo importante para nosotros nos tiene que empujar todos los días a levantarnos y seguir luchando. Da igual qué, pero algo debemos tener encima que nos ayude a seguir peleando contra las adversidades. Y si estas no existen…, tendremos que inventárnoslas, para sentirnos útiles.

No hay que estar simplemente acompañados de otras personas que también estén asentadas en sus respectivas zonas de confort, de tranquilidad, de sosiego, de pasividad. Hay que marcarse objetivos e ir a por ellos. Trabajar, trabajar, trabajar…, para uno mismo y para la sociedad.