5.2.17

Google castiga a los blog sin ánimo de lucro

Las visitas que nos manda Google hacia nuestros blog no son siempre una actividad latente constante y continuada. Sin saber bien los motivos, Google a veces nos deja sin visitantes, nos bajan estos mucho, no nos remite desde su buscador, al penalizar por motivos que no podemos controlar, las visitas que llegan, al posicionarnos en su buscador en lugares muy secundarios. Es decir, estamos en manos de Google, y de sus algoritmos de SEO.

Es normal que Google ponga sus reglas y que incluso ponga filtros para evitar abusos, pues las máquinas o robot de posicionamiento a base de palabras claves o formas de tratar los contenidos, logran falsear sus sistemas. Pero también es cierto que el pago por contenidos, el que tengan o no tengan publicidad, afecta negativamente. Curiosamente los blog que aun siendo renovados día a día, no tienen publicidad o van creciendo con unos contenidos propios y no copiados, pero no tienen comentarios añadidos, son penalizados por Google.

Además, de sin duda, otros sistemas de control que sólo los expertos en SEO sabrán descifrar en cada momento,pues Google los va cambiando. Hoy los lectores nos ponen los comentarios en las redes sociales hacia donde retuiteamos las entradas. Y ya no se ponen en los mismos blog. Excepto casos de blog muy personales.

Tengo varios blog temáticos, con diverso número de visitantes diarios. Y sé sin duda, que los blog son ya casi algo del pasado. Ni los lectores buscan contenidos largos, ni algo que esté fuera de la inmediatez de las redes sociales. Los que escribimos en blog gratuitos y sin publicidad, tenemos como único “premio” las visitas que recibimos, y si estas bajan, se pierde el beneficio que reporta un blog. Ser un blog gratuito tienen sus desventajas, y una de ellas es que no nos podemos promocionar, no podemos dedicar parte de nuestros ingresos por publicidad a intercambiar publicidad. Estamos heridos, lo admito.

Actrices y actores en paro. Culpables todos

Ayer en la entrega de los 31 Premios Goya se quejaban los actores en público de lo complicado que es vivir de su trabajo para el 92% de sus profesionales. Se nos llenan las carteleras y teatros de los mismos actores y actrices, aupados por productores y directores que quieren apostar sobre seguro. Pero la realidad es que la culpa es nuestra, como clientes, como consumidores. Adoramos a unos pocos a costa de olvidarnos del resto.

El trabajo de actriz y actor depende mucho de esa química que se produce con la cámara y a través de ella con el espectador. Con los que miramos. Y somos nosotros los que sin darnos cuenta cometemos el error de admirar a muy pocos profesionales, aun a costa de verlos un día llorando de amor y a la siguiente actuación matando sin piedad en un atraco, para reírnos a continuación en una comedia suya.

El mundo de la farándula, del teatro, circo, interpretación, declamación y similares, siempre, ha sido duro y mal pagado. Ahora llevamos unas décadas en las que algunos y algunas pocas han podido triunfar por tener en medio la repercusión de la representación de masas a través de la televisión. Pero atrás han quedado muchos actores y actrices, en situaciones muy débiles. No así los productores o directores de escena, que a veces sí han triunfado en sus negocios de teatro, pero arriesgando antes sus economías. Como sucede en cualquier empresa.

Necesitamos como sociedad seguir creyendo que existen artificialmente situaciones de vida que sólo podemos observar a través de la interpretación. Llevamos así miles de años y seguiremos disfrutando de este arte social, de representación de la sociedad. Un mundo de Arte y de artistas.

@Medranica