28.1.17

Alepo, sin urbanismo y sin pasado

El urbanismo amable, del que a veces hacemos gala en este blog, se encuentra muchas veces con la destrucción, con las guerras, con las barbaries de imbéciles. Destruimos ciudades, destruimos en realidad a personas, a sus memorias, sus culturas. Dentro de cada vivienda, de cada calle, de cada tienda, hay una historia, unos recuerdos, unos modos. Todo lo destruimos con bombas de forma aleatoria. Por hacer daño, por intentar hacer mucho daño.

Estas dos imágenes unidas y tomadas por satélite de la ciudad siria de Alepo, son una del 21 de noviembre de 2010 (izquierda) y la otra del 22 de octubre de 2014 (derecha). En las imágenes se muestra la desaparición de monumentos históricos, como el Hotel Carlton (arriba a la izquierda) donde ahora solo se aprecian cráteres. 
 
Son imágenes de El País, pero en realidad es la realidad de toda la humanidad. Es la vergüenza. ¿Qué hemos perdido todos en la guerra de Siria?

27.1.17

Toledo, el clásico diseño urbano árabe

Esta imagen aérea nos muestra el actual diseño urbano central de la ciudad de Toledo en España, del barrio de su Catedral católica, un diseño que mantienen su estructura árabe. Toledo es una ciudad española con más de 2.000 años de historia en sus calles y que mantiene el diseño urbano de su casco histórico siguiendo los trazados urbanos de una ciudad típica visigoda y árabe, con calles estrechas, que curiosamente —en este caso, como muchos otros— son calles que se configuran alrededor de la propia Catedral, que ejerce como punto de atracción al trazado urbano. Era el núcleo del poder, del que emanaban todas las decisiones.

Todas las calles parecen ir hacia la gran Catedral católica, que como enorme punto central de la ciudad era el que atraía a los ciudadanos. Como en gran medida sigue haciendo en la actualidad, aunque por otros motivos totalmente diferentes. 

Calles y callejas, edificios de baja altura, con patios interiores cuadrados donde hacían su vida los habitantes árabes tan poco proclives a estar abiertos a la calle. Patios llenos de agua, de sombra para evitar los calores, de árboles y flores.

La gran cruz de la planta de la Catedral es el contrapunto al cuadrado que forma la silueta de su propio claustro aledaño. Curiosamente las siluetas en forma de cruz de las catedrales, eran formas que los habitantes nunca podían ver desde el aire, si acaso ascendiendo a las torres de sus catedrales. Pero se intuían y sobre todo se ofrecían a Dios que sí las observaba desde su cielo, como una parte más de la liturgia.