26.1.17

Comunicación interna ó Comunicación con participación

Cuando hablamos de Comunicación Interna, bien en una organización o en una empresa, debemos admitir como primer tema de análisis que no nos estamos dirigiendo a un público externo que ni conocemos ni nos conocen, sino a los que ya son la empresa, a los que forman la organización y saben perfectamente qué somos, qué queremos ser, qué posibilidades tenemos. Parece obvio, pero esto debe servir para diferenciarnos claramente en nuestras formas de comunicar, entre Comunicación Exterior e Interior. No tienen que emplear los mismos mecanismos.

La meta de todo proceso de Comunicación Interna no es informar. Eso lo pueden conseguir, de mejor o peor forma, desde otros canales que no sean los propios internos de la empresa u organización. La meta de comunicar bien de forma interna es la de integrar mejor a todos los componentes de la empresa u organización, y motivarlos en su relación con la empresa que comunica, utilizando para ello la comunicación interna motivacional.

Para ello  es fundamental ser muy creíbles a la hora de realizar Comunicación Interna.

La Comunicación Interna es lograr convertir en embajadores de la marca, a todos los que reciben esta información. Nadie hará de embajadores de los proyectos y empresas, si ellos no estuvieran muy convencidos de que reciben verdad, de que no están siendo manipulados. De que todo el proceso forma parte de la lógica relación entre partes.

Todos los integrantes de un proyecto o empresa, en estos tiempos (casi) nuevos, tienes que escribir el relato interno en mecanismos muy horizontales. No de arriba abajo, sino en redes que se unen entre ellas, se comuniquen entre ellas. Por eso además de crear mecanismos de comunicación interna, hay que dotarlos de retornos, de bidireccionalidad, para que la implicación sea válida.

¿Y qué mecanismos con los válidos en tiempos convulsos como los actuales? Veamos algunas pinceladas.

Se busca crear gente comprometida.
Siempre los pies deben estar tocando la realidad.
Los ojos deben estar vigilando todo, para dar respuesta a todo.
El corazón de cada integrante de los procesos de comunicación deben estar dentro de la marca.
Siempre hay que tener los brazos extendidos para colaborar entre todos.
Cada vez se estila más la comunicación menos informativa pero más vinculante y con voz de todos.
La comunicación debe emanar lo más cerca de los líderes para que tenga importancia además de verosimilitud, trabajando más conectados y en línea más horizontal.

Diseño urbano con 2.000 años

En el centro de la imagen, la zona de la ciudad romana
Hay ciudades que desde que se fundaron hace en algunos casos más de 2.000 años se mantiene con el mismo urbanismo inicial en la zona central y durante siglos, marcando con rotundidad no ya el centro de la ciudad presente, sino el desarrollo y crecimiento posterior de toda ella y de una forma muy clara, durante siglos. Han pasado numerosas sociedades, culturas, religiones, pero el núcleo urbano fundacional se mantiene inalterable. Por eso es tan importante de qué manera se crea urbanismo, pues luego son siglos los que se mantienen las decisiones.

Zaragoza es una de las muchas ciudades que han mantenido su primitivo diseño en cuanto a calles, espacios, trazados urbanos, que no solo mantiene su centro urbano con la misma estructura de calles y plazas como en época romana, sino además su enorme crecimiento posterior se ha realizado de forma radial desde el diseño urbano de los romanos. 

Fundada hace más de 2.000 años por los romanos sobre un asentamiento íbero, sigue manteniendo todo el perímetro primitivo rodeando la ciudad histórica, y logrando con ello que todo el crecimiento zaragozano sea (casi) concéntrico sobre esa zona aunque hoy haya crecido 300 veces de población sobre su primitivo estado fundacional.

Crecer supone también formar grandes avenidas, cinturones, polígonos industriales, situación de los grandes Centros Comerciales, etc. Crear decena de nuevos barrios que se van asentando respetando el núcleo, admitiendo su diseño que marca carácter.

El río Ebro marca otra línea clara del urbanismo zaragozano; pero si nos fijamos vemos que los tres (casi) principales puentes sobre el río siguen estando en los tres puntos del perímetro marcado por los romanos y que se unían al cauce del río.

Siguen existiendo los extremos del perímetro y la desembocadura de la calle importante en la zona central, el Cardo romano que terminaba en el primer puente importante de Zaragoza. Y sobre ese punto se crean también importantes avenidas o carreteras que sirven para huir, llegar o volver, y que todavía son las utilizadas.

Cualquier transformación temporal de las ciudades en el urbanismo nuevo, debe hacerse con sumo cuidado, pues todo afecta a la propia ciudad, y nunca se sabe para cuantos años o siglos. Zaragoza no sería hoy igual se se hubiera construido hace 2.000 años vertical en vez de horizontal, alargada en vez de cuadrada, o sobre las dos orillas del río Ebro en vez de sobre una sola, o aprovechando más las orillas del Ebro en un diseño más alargado en vez de adentrarse hacia el interior buscando los entonces campos productivos, en busca del agua y los terrenos agrícolas del otro río de Zaragoza, la Huerva.