1.1.17

Estamos en guerra. Seamos inteligentes

Discoteca Reina - Estambul - Reuters
Un país que sufre seis grandes atentados en un año, con más de 220 personas asesinadas, sin duda es un país inseguro. Un país que sufre un presunto auto Golpe de Estado en el mismo año y que lleva al despido y la cárcel a un numeroso grupo de profesionales de la seguridad, es un país fallido como gobierno válido.

El terrorismo ha vuelto a golpear en Turquía, en Estambul, en una noche en la que se sabía que los deseos de los terroristas por dejar su huella era palpable. Van 40 muertos pero pueden ser más. 

Sabemos que a veces se nos oculta información sobre terrorismo, y se disimula para no producir el efecto del terror que es precisamente lo que buscan los terroristas. Y personalmente aplaudo esta manipulación informativa como herramienta de defensa.Temporal y con causa, controlable y con razones de defensa.

No será sencillo defenderse del terrorismo actual. Tan solo desde la inteligencia del Estado, de la seguridad pasiva que debemos vigilar todos, de algunos cambios inevitables en nuestra forma libre de vida, podremos defendernos, sin ninguna garantía además. Estamos en guerra, contra nadie que tenga cara ni Estado, contra nadie que tenga territorio ni ejército localizable. Será duro, pero las guerras del siglo XX fueron mucho más duras.

30.12.16

Hay varias formas de podar árboles

Esta imagen es de una avenida de Bruselas en Bélgica, en este invierno 2016. Los árboles están podados como se ve…, casi de una forma preocupante. Nada que ver con el tipo de podas que se hacen en algunas ciudades españolas, por ejemplo Zaragoza. Y se podrá decir que eso depende del tipo de árbol, a lo que sin duda se les puede responder que en Brugos se podan los mismos árboles que en Zaragoza no se podan casi, de una forma muy similar a Bruselas. Pero también se hace este tipo de poda en algunas localidades de la costa catalana. Y en todos los casos los árboles salen en la primavera con mucha fuerza, un tamaño de copas muy controlable, y ofreciendo una sombra al peatón, sin molestar para nada ni a los priemros pisos de los edificios.

Se me dirá, y aquí sí que debo callarme, que no es lo mismo podar mil árboles que 40.000. Y eso es cierto. Es cuestión de mano de obra, pero también de decisión política. En un país con tantos desempleados, no es acertado ir suprimiendo puestos de trabajo necesarios, por motivos económicos. ¿De verdad pensamos que es más económico y útil para un país tener cuatro millones de desempleados, que pagar con impuestos progresivos los trabajos públicos útiles que estas personas podrían hacer?