28.12.16

Fase 3 del protocolo de contaminación

Hoy se ha tomado la decisión en Madrid de activar para mañana y por primera vez la Fase 3 del protocolo de contaminación. La primera vez que se toma una decisión de este tipo en una ciudad española, que impedirá que circulen los coches que terminen en matrícula par. Este tipo de decisiones ya se han tomado con anterioridad en otras ciudades europeas y asiáticas.

La tasa de dióxido de nitrógeno ha superado los márgenes establecidos en el protocolo de actuación del Ayuntamiento, por falta de lluvias y de viento, además de por un exceso de contaminación por los coches. Madrid sufre una “boina de contaminación, que se hace más peligrosa en algunos días en que se mezclan estos factores anteriores.

Pero estas prohibiciones tan solo supondrán que no vaya a más el problema que existe y que no se resuelve. Las grandes ciudades deben tomar decisiones drásticas contra la contaminación de los vehículos, mientras la industria no sea capaz de fabricar vehículos eléctricos o al menos híbridos, que supongan una menor contaminación.
Y las administraciones municipales y estatales, deben decidir con urgencia que la movilidad pública en las grandes ciudades ya no es simplemente un asunto de los ayuntamientos, sino que sin duda es un asunto grave para todas las personas que requieren una sistema de movilidad pública más eficiente. 

Hay que prohibir los coches diésel a partir de cierta fecha y limitar su vida útil a determinados años para que no sigan contaminando, hay que dotar de más puntos de recarga a los coches eléctricos, hay que apostar por los vehìculos eléctricos tipo tranvía en los servicios públicos, y debe entrar la administración estatal y territorial en apoyo de los sistemas de transporte público intermodal para las grandes urbes.

Una ciudad grande y su entorno metropolitano es hoy el lugar donde viven la mayoría de los habitantes de un territorio nacional, y por ello las actuaciones deben ser con ayudas estatales. 

En ello está en juego la salud, pero también el coste de la sanidad. Este problema va en aumento, y no se están tomando en el mismo grado de aumento, medidas eficaces. A los ciudadanos ahora les vienen lo que ellos consideran molestias, pero el daño económico a la ciudad es tremendo, y llega desde muy diferentes apartados.

27.12.16

El futuro industrial de España no son las multinacionales


Todos los países industrialmente irregulares y por ello pobres, países que llegamos tarde a la industrialización como España, hemos pensado durante décadas que el futuro industrial pasaba por la instalación de multinacionales en suelo patrio. 

Parecía la solución a nuestra baja capacidad de crear empresas propias, de crear producción para vender fuera. Que vengan otros desde fuera y nos las monten. Nosotros ponemos solo la mano de obra, la fuerza. 

Un claro error que en algunos países ha costado la dependencia total de las corporaciones y lobbies que afectan y controlan a los gobiernos, a las sociedades y personas de forma directa o indirecta, controlando todo movimiento independientes de sus economías.

El ejemplo de México o de otros países de la zona iberoamericana es claro, con respecto a las grandes empresas de EEUU.

Incluso estos grupos de presión juegan con la creación o disminución del empleo y desempleo como herramienta económica que genera beneficios en sus empresas a costa de tener pillados a los países, y sin duda con la presión a los propios gobiernos que cuando quieren pueden cambiarlos sin que se note mucho.
La instalación de grandes empresas multinacionales en zonas elegidas y pequeñas, producen el efecto negativo de control total sobre los sectores que trabajan.

Control que afecta a otras empresas de la competencia, a proveedores, al sistema de trabajo, a los derechos, sueldos, etc.

En la misma medida en que crecen las grandes empresas ajenas al país, crece el peligro de deslocalización, pero sobre todo decrecen las empresas medianas y pequeñas autóctonas, que no son capaces de encontrar hueco productivo si no es dependiendo totalmente de esas grandes empresas, como simples proveedores ajustando precios y producciones.

El éxito industrial de un país radica en la creación de un tejido propio de medianas y pequeñas empresas, bien preparadas, con capacidad de innovación y tejido comercial de calidad para todo el mundo, con incidencia en sectores en constante cambio y mejora, con una alta calificación en calidad y servicio, y que se sienten apegadas al territorio para lograr motivación, pero con una visión global de su producción.

España debe ayudar mucho más a las PYMES, pues son el germen del futuro, de la seguridad, del crecimiento real del país. Ayudas que deben sobre todo ir encaminadas a la financiación, a la preparación y formación de todos sus integrantes (sin duda también los directivos), al cambio normativo para facilitar la creación de cooperativas o S.A.L., y con la inclusión de conceptos de economía del bien común, que ayuden a la productividad y excelencia interna y a la formación de equipos productivos modernos e innovadores.