2.12.16

Mercados de frutas y verduras, que existen en Europa

Los paisajes del pintor de Amberes Jan Siberecht son típicos de la escuela flamenca. Este cuadro lo pintó en el año 1664, con 37 años de edad. Es pues una obra casi de un joven que nos enseña a modo de una fotografía de la época en que estas no existían, lo que es un mercado de verduras.

En realidad es un mercado rural del siglo XVII, donde seis mujeres llevan el trabajo de vender, cuidar los animales de la granja, trabajar en las huertas y en el campo, con una presencia casi testimonial del hombre como transportista.

Verduras, frutas, leche, gallinas, caza, ovejas, carne, huevos. Una clásica torre o masía, alejada del centro de la población pues al fondo vemos la torre de la iglesia, y el camino que llevaba hasta el centro del pueblo. Un paisaje verde, que tras 350 años permanece con pocos cambios en Europa. Es muy normal ver mercados al aire libre en grandes ciudades de Francia, Bélgica, Italia o Alemania, donde se sigue vendiendo desde el productor, frutas y todo tipo de verduras y productos del campo, en las plazas principales de las ciudades. La última plaza mercado en el centro de la ciudad que he visitado, estaba en Dresde (Alemania); os dejo una imagen de este mismo año. Algo poco habitual en España.
 
 

1.12.16

Parques Comerciales. Se acabaron los Hipermercados

 Puerto Venecia en Zaragoza es el ejemplo más cercano que tenemos de un gran parque privado del siglo XXI, pero ni es el único en España, ni tampoco su concepto de espacio abierto y enorme es un concepto nuevo. En la ciudad de Birmingham y en el centro de la ciudad, hay un espacio muy similar en diseño y tamaño, más cerrado por el clima, pero con los mismos conceptos de zonas abiertas, calles, paseos, mezcla de edificios de variado tipo, para que no aparezca como un mazacote de Centro Comercial, y se puede parecer a un gran Parque Comercial, lúdico y completo para los que buscan diversión además de consumir.

Todos ellos están diseñados con los mismos conceptos, aunque sin duda el problema de espacio hace que en muchos casos sólo sea posible su construcción en los barrios periféricos o de nueva construcción. Mezcla de zonas verdes y edificios comerciales variados. Calles en diversas alturas para ganar espacio y entretenimiento. Sensación de enormidad lúdica. Música ambiente diferenciada. Juegos para niños y adultos. Zonas de descanso. Restaurantes, bares temáticos, aperturas muy extensas para mezclar el comercio con la gastronomía y las zonas de bares y bailes. Incluso cambios de uso en parte de sus instalaciones según las fechas festivas o de clima, para dar la sensación de que siempre hay algo nuevo que ver y disfrutar.

Comprar ya no es comprar, es consumir. Incluso creando zonas para que las personas que no quieran entrar en tiendas —algunos componentes de parejas— puedan quedarse fuera (o dentro) de la tienda tomando un café, o leyendo los periódicos y revistas que ponen gratuitamente desde el mismo Centro Comercial o simplemente tumbados en sillones cómodos escuchando música.

Este concepto de gran Parque Comercial, el día que se aprenda a construir en los centros de las grandes ciudades —se está intentado, lo sé— dejará pequeños a estos otros ya alejados de la ciudad. Y en este concepto de Parque Comercial abierto, pero también para el comercio local, es donde está el futuro de este juego lúdico por entretenernos mientras nos gastamos el dinero.

Se acabaron ya los enormes hipermercados planos, como si fueran almacenes aburridos y con pasillos rectos. Ahora se necesita diseñar calles entretenidas dentro de los espacios comerciales, y dotarlos de la comodidad de que se vaya a pasear. Quien acude a pasear actúa en la doble vertiente de llenar la calle comercial y de consumir, a veces sin darse cuenta.