7.11.16

Estamos ilusionados con ser tontos

Cuando en una sociedad las filas para comprar lotería en Doña Manolita, que es un garito madrileño para vender sueños falsos que duran unas semanas hasta que se desinflan en un día fijo, se llenan con más de centenar y medio de personas, y necesita seis guardias jurados para gobernarla y evitar coladas, mientras incautos van a por su papelito donde ellos pagan impuestos por más porcentaje que en ningún otro lugar y además con ilusión y alegría..., algo gordo nos está fallando.

Cada uno se puede engañar con lo que quiera. Con las religiones, con el alcohol, con las loterías o los fútboles, incluso con la política o el arte. Pero todo lo que sea hacer filas de hora y media según hemos escuchado esta mañana por los mismos vigilantes, para comprar sueños que sobre todo son impuestos, es para hacérselo mirar, cuando como sociedad nos sabe malo comprar libros para la escuela de los niños. 

O somos más exigentes empezando por nosotros, y nos espabilamos y dejamos de creer en lecturas de karmas y de manos, de loterías de Navidad y de bonolotos, y creemos más en algo tan sencillo como el trabajo exigente para uno mismo, en crecer en formación y personalidad..., o nos van a dar cosques en el cogote como bobos blandos. 

España necesita filas de hora y media para apuntarse a cursos, para aprender a trabajar para uno mismo, para exigir dignidad, para intentar parecernos a países mejores que nosotros. Joder!

5.11.16

Ciudades ideales o ciudades bellas y artísticas?

Entre elegir ciudades perfectamente diseñadas con escuadra y cartabón, o ciudades que quieran mantener su aspecto histórico, artístico e incluso paisajístico, yo no tengo duda, aunque escuelas hay para todos. Apuesto por la ciudad variada, sostenible y amable, aunque no tenga calles rectas y largas, como sucede en el Ensanche de Barcelona o la ya clásica New York.

Dos modelos discutidos con dos formas muy distintas de entender el crecimiento y el diseño de las ciudades. Incluso prefiero las ciudades bellas en su conjunto a las ciudades contenedores y muy horizontales de muchas viviendas hermosas. Creo que debe primarse el urbanismo de ciudad, sobre el urbanismo de la suma de muchas viviendas iguales o similares que encierran la belleza en sus particularidades interiores, y no el paisaje vital en las zonas comunes de cada ciudad.

El modelo de ciudad del sur de Europa o del norte de África está más orientada hacia los servicios agrupados en zocos, foros, grandes plazas comunales, mercados, centros urbanos únicos claramente definidos. No tienen uniformidad en su diseño y esa variedad de concepto urbano múltiple logra paisajes urbanos dentro de cada ciudad que la convierten en "entretenida" además de más sencilla para la vida comunal, en la calle.

Hay algunos casos curiosos, que siendo ciudades más lineales, como dibujadas (en teoría) sobre un papel antes de darles vida, han permitido (y auspiciado con gran acierto) la licencia de crear grandes puntos comunales que difieren claramente del aburrimiento de la ciudad presuntamente ideal, y a donde llevar ese paisaje de comunidad. Os pongo dos ejemplos fáciles.

New York crea el Central Park en el centro de la ciudad, saltándose la norma de aprovechamiento del diseño con cartabón, y creando una zona perfectamente rectangular y diferente para darle personalidad y darle al menos un uso común, y no llenando ese espacio con más trozos cuadrados e iguales de uso privado. El Central Park lo necesita la ciudad y sobre todo sus habitantes.

Birmingham siendo una gran ciudad horizontal y muy extendida donde es imposible crear arte urbano o diferenciación personal en sus enormes barrios o distritos, agrupa en su centro todos los servicios históricos, comerciales, culturales, creando un enorme espacio comercial con personalidad propia, que es como una guinda en un enorme pastel plano. El Bull Ring es la razón de ser del centro urbano de Birmingham, sin el cual quedaría una ciudad industrial, verde y gris, excesivamente extendida, pero aburrida para sus habitantes.

En ambos casos se determina la necesidad de un gran zoco, foro o plaza, sea verde o comercial, para que los ciudadanos salgas de sus casas hacia "la calle" y para ello además de crear esos espacios los dotan de todos los servicios que necesita la urbe, agrupándolos, sea con el propósito de disfrutar todos juntos del paisaje natural en una ciudad artificial, sea para la interacción comercial, cultural o gastronómico. 

Las ciudades necesitan su personalidad, su diseño, pero sobre todo sus lugares de comunicación entre personas, sus puntos de reunión, sus paisajes conteniendo una belleza artística en sus rincones o esquinas. Si la totalidad de la ciudad es uniforme, no es una ciudad y mucho menos ideal, sino la suma de miles de viviendas similares formando una sopa aburrida.