28.9.16

Un jardín de caza, para NO cazar

Esta imagen nos muestra esos primitivos parques particulares de las grandes familias europeas, que creaban para su deleite y descanso, aunque no se agotaran nunca de nada. Ellos procuraban aun así, descansar del aburrimiento. Es un detalle de los alrededores del Palacio de Moritzburg en Alemania, un enorme pabellón de caza para que un Duque llamado Mauricio de Sajonia, pudiera cazar los animales que le soltaban sus criados en la zona y luego irse a descansar. Pero no voy a seguir criticando, sino a mostrar un ejemplo de zona verde que hoy en día sigue actual.

Árboles bien cuidados, envolviendo una enorme zona de agua a modo de lago, que siendo artificial parece natural. Animales decorando todo el entorno, y sensación de naturaleza que crece de forma natural, simplemente dejando que así sea, y dominando su crecimiento. Bancos y caminos de tierra compactada. Hoy es una zona de uso público, pero es también el ejemplo de lo que el ser humano necesita para su solaz. Naturaleza limpia, agua y vegetación, control del crecimiento para que haya armonía, animales sencillos para dar otro toque natural, algo de mobiliario urbano y silencio.

Han pasado casi 500 años desde que esta zona se inauguró con estos mismos conceptos, y siguen actuales las necesidades de los seres humanos con sus zonas verdes urbanas.

Mala poda, mala planificación de zonas verdes

Esta imagen nos muestra la clásica escena de un árbol caído en un parque lleno de gente, con el consiguiente peligro para las personas. Es el parque Tío Jorge, donde una escena similar supuso el fallecimiento de una joven mujer hace unos años. Si vemos la escena con calma notaremos dos clásicos errores que se mantienen en el tiempo sin atención por parte de los profesionales de jardinería.

A la derecha y junto a la recta columna que mantiene la señal de tráfico vemos el árbol al que se le ha desgajado una enorme rama. Está inclinado. Bastante inclinado. La enorme rama que ha caído, está podrida como se puede ver y vacía en su interior. Nadie la ha detectado. Pero si nos fijamos en el árbol que está a su lado, lo vemos excesivamente espigado. Anormalmente desarrollado como sucede en cientos de ellos en Zaragoza.

El motivo es la mala poda de estos árboles durante muchos años. Se cortan las ramas bajas y se les deja crecer sin control hacia arriba, en zonas llenas de otros árboles y eso les lleva a buscar el sol desesperadamente. Este sistema está bien en campos donde los plátaneros y otros tipos de árboles similares se plantan para hacer madera. Pero no, nunca, en zonas de esparcimiento donde se busca la sombra y la belleza. En la mayoría de las ciudades españolas, este tipo de árbol, el plátano de sombra o similar, se poda en la copas cuando son pequeños, para lograr árboles más horizontales, y nunca tan verticales. Más todavía si están plantados en ciudades con un fuerte viento racheado como en Zaragoza.