19.9.16

Psicólogo barato. La peluquería

Ya sé que has probado ir a la peluquería como un ejercicio de tranquilidad, de cambio, de sosiego, de gozo incluso, de sensualidad. Tienes razón. Ir a la peluquería, sean hombre o mujer, es un ejercicio sensual que te permite salir de la rutina y aumentar la autoestima. No siempre es posible, por el precio, pero es un ejercicio válido para curar al menos de momento, las depresiones leves, las ansiedades, las bajas autoestimas.

Alguien te habla, te escucha, te toca el pelo y la cabeza, incluso según a donde acudas, te da masajes. Estás un tiempo en otro ambiente, hablas con más gente, sales diferente, no sólo más limpio de cabeza exterior, sino también interior. Te has relacionado con otra persona. Busca a peluqueros o peluqueras que te hagan la función completa, es decir, un buen servicio de pelo pero también una agradable conversación según tus gustos. Cada persona necesitamos un tipo de conversación, a un tipo de interlocutor. Ellos y ellas tienen mucha experiencia con sus diferentes clientes. No son psicólogos, pero a veces se parecen un poco.

Patio familiar exterior en Granada, tipo andaluz

Los patios árabes siempre estaban encerrados en el centro de la vivienda, como un secreto de intimidad para uso familiar y de las amistades. Tras la salida de los árabes de España, sobre todo en Andalucía, se produjeron dos actuaciones urbanas aprovechando este lujo de tener un jardín privado dentro de la casa. Por una parte se abrieron ventanas a las calles o se pusieron puertas rectas, para que se viera el gozo de los patios desde el exterior.

Y por otra y tras algunas modificaciones en las calles —pues los árabes tenían la mala costumbre de ir tomando poco a poco espacios públicos de calle para hacerlos privados— quedaron al aire libre y a la vista de todos algunos jardines interiores modificados. 

Y otros vecinos aprovecharon la buena idea de tener unos metros de terreno natural en tu propia vivienda, para crear edificios personales de baja altura con jardines en la trasera donde reencontrarse con la naturaleza, con las flores o incluso con un pequeño huerto. Este patio exterior que vemos como ejemplo es de Granada.