17.9.16

Englischer Garten o Jardín Inglés de la ciudad de Múnich

El Englischer Garten o Jardín Inglés de la ciudad de Múnich es una maravilla en pleno centro de la ciudad, muy utilizada por los muniqueses incluso en puro invierno. Diseñado en el año 1789, está situado en el nordesde de la ciudad junto al río Isar y su enorme extensión lo convierte en uno de los más grandes del mundo, un 30% más grande que el Central Park de New York.

Si bien su diseño inicial fue realizado por el americano Benjamín Thompson siguiendo modelos claramente ingleses, fueron luego paisajistas alemanes los que terminaron de diseñar este gran parque compuesto de múltiples facetas diferentes, sin apartarse de los clásicos jardines ingleses de la época.

Atravesado también por el canal Eisbach, se practican deportes en verano e invierno sobre sus agua, heladas como nos recuerda su propio nombre en los periodos de invierno. Su visita gratuita te permite pasar todo el día recorriendo parte de él, sus edificios, sus enormes zonas verdes, sus muchos caminos con un total de 78 kilómetros de ellos para pasear andando o en bicicleta, con una casa de Té japonesa o un templo de estilo griego más algunas cervecerías típicas más diseñadas para turistas que para los habitantes de Múnich.

Iglesias, lagunas, zonas para bañarse, muchos bancos para descansar promocionados por personas o empresas,muchos grupos de personas haciendo deporte los fines de semana, bicicletas, alquiler de hamacas, juegos infantiles, un enorme paraíso natural en el centro de la ciudad alemana de Múnich.

Y si deseas tomar el sol totalmente desnudo, es posible sin problemas, pues allí como en Berlín, un lema de la sociedad es “Vive, y deja vivir”. En esta imagen superior podemos ver a la derecha a un adulto tomando el sol junto al río, desnudo y descansado.
 
 

El lujo de tener el campo natural a 5 minutos, en Zaragoza

Que una gran ciudad, de más de 700.000 habitantes, tenga sotos de ribera, caminos totalmente naturales por donde pasear escuchando a los pájaros cantar, y a 5 minutos de los grandes edificios o a media hora andando tranquilamente del centro urbano, es un lujo que también los dirigentes de las ciudades, pero sobre todo las Asociaciones de Vecinos, saben cuidar.

No es fácil en las grandes ciudades poder escapar del ruido urbano y perderse en la naturaleza. Esta imagen es de las orillas del río Gállego en Zaragoza, del soto natural que existe junto a su desembocadura. ¿Qué necesita para poderse conservar bien? Muy poco cuidado y coste, la verdad. Simplemente limpieza de vez en cuando, para que los residuos de su uso no se acumulen. Al ser una zona poco visitada por gentes que puedan acudir a destrozar —pues no les llama la atención— sigue resultando unos espacios tranquilos, donde simplemente vigilando la seguridad y la limpieza, nos sirve para lograr vergeles naturales y aleatorios en plena gran ciudad.

Limpieza y seguridad. Pero a cambio, el lujo de tener el campo natural de un soto de ribera a cinco minutos de tu propio hogar.