15.9.16

Franquicias pero con cuidado y análisis

Una forma sencilla de empezar un negocio es entrar a través de una franquicia a una marca ya asentada, a un producto que tus futuros clientes ya conocen y valoran. No hay que abrirse nuevos mercados, estos ya están asentados, no es necesario cuidar y buscar tu propia calidad y servicio, pues viene dado con la enseña y la formación viene en el mismo paquete al igual que la marca, toda la papelería, los iconos de la marca. Pero no todo son ventajas.

Como las franquicias han crecido mucho, entran a veces marcas no tan profesionales, donde el negocio no es crear más tiendas o servicios, sino buscar más inversores que quieran entrar en la franquicia. A veces ya no se busca abrir más mercados hacia los clientes finales, sino buscar clientes que quieran apostar por la inversión en la franquicia. Y aquí el tema se complica, pues el negocio del franquiciador es muy diferente y las posibilidades de engaño también son mayores.

Hay franquicias que incluso no tiene legalizado el nombre comercial de su empresa para poderla franquiciar y a veces el tipo de contrato que se realiza con el franquiciado es más un contrato leonino que un contrato libre. Mi consejo es que antes de cualquier inversión, acudamos a un abogado mercantil independiente de la empresa franquiciadora y le planteemos las dudas que se tengan. Si cuando nos duele la tripa acudimos al médico, cuando nos puede doler el bolsillo hay que acudir a profesionales. O si no te quieres gastar dinero en profesionales que te asesoren, al menos habla de tus proyectos con alguna persona de confianza y que te analice desde fuera los pros y contras de la inversión.

Analica donde está funcionando la marca franquiciadora. Si es en otras ciudades, vete a verlas y hazte pasar por un cliente. Aparca unas horas enfrente y analiza el tipo de cliente, sus frecuencia, el tipo de compra, etc.

Mira bien los costes que te van a suponer entrar de franquiciado. Qué estás comprando y a qué precio. Mira el margen que te queda pues el precio de venta vienen marcado en los contratos y analiza cuánto producto debes vender al día para que te salga rentable. El mes tiene entre 20 y 25 días comerciales. Saca tus cuentas sencillas y luego terminan por analizar con calma todo el Plan de Negocio.

¿Cierran tiendas o servicios de la marca que quieren franquiciar? ¿Cúal es el motivo? ¿Vuelven abrir en el mismo sitio? ¿Te dan muy poca información o en cambio te dan excesiva información, compleja y farragosa? ¿Cada vez hablas con una persona diferente o tienes un “tutor fijo” para la nueva empresa? ¿Has concertado a qué distancia NO se puede poner otra empresa de la misma marca? ¿Es posible vender productos que no sean de la marca franquiciadora? ¿Te pueden ayudar con las entidades financieras, para la inversión, para el pago a proveedores? ¿Puedo hablar con otros franquiciadores de la marca, aunque sean de otra ciudad, para conocer sus problemas y sus soluciones?

La necesidad vital de estar rodeados de naturaleza

El ser humano, en la medida de sus posibilidades, en cuanto ha dejado de estar en contacto constante con la naturaleza, con el verde campo o los rojos árboles o incluso con los animales que viven en ella, ha necesitada creçarsela a su alrededor aunque fuera de forma falsa. La aristocracia o la burguesía occidental, en cuanto se tenía que encerrar en palacios o incluso los trabajadores fabriles de las primeras grandes ciudades, tenían que recrear en sus casa algo de naturaleza.

Estas paredes y techos que vemos en las imágenes son de un palacio alemán, donde sus propietarios mandaron construir diversas grandes estancias imitando la naturaleza, Desde pasillos en forma de cuevas, grandes salones llenos de minerales y rocas incrustadas en las paredes o salas como las de las imágenes, con relieves de plantas y animales.

Fuera de sus palacios idearon grandes parques privados, que llenaros de animales y plantas a ser posibles exóticas para sorprender a sus visitas. Y agua, el otro elemento que parece insustituible para crear espacios naturales.

En imitación y evolución lógica a esta necesidad humana, han ido surgiendo los parques por las ciudades grandes o medianas. Ya no tenemos cardelinas o canarios en casa como antaño, ahora salimos a la plaza verde del barrio a escucharlas. Hasta no hace tantos años era muy habitual en todas las casas españolas tener gran cantidad de macetas en todas las terrazas. Esto en las grandes ciudades se está reduciendo por falta de tiempo, pero a cambio ya podemos ver decoración en grandes salones donde una inmensa fotografía de naturaleza cubre toda una pared. Es una necesidad visual pero sobre todo mental, aunque no lo sepamos bien.