3.9.16

Ríos limpios en el centro de ciudades industriales. Es posible

La necesidad del contacto con la naturaleza se multiplica en las grandes ciudades, con trabajos muy industriales y grandes distancias hasta la naturaleza sin contaminar. Los horarios de trabajo, la necesidad familiar de una dedicación suficiente, el uso cada vez menor del vehículo para desplazamientos que se pueden evitar, hace que crear o mantener zonas verdes de calidad en el centro de las ciudades grandes de tamaño sea un servicio básico.

Es curioso ver como en algunas ciudades industriales, los ríos que discurren por el centro de la ciudad están muy limpios, sus aguas son transparentes, no huelen más que a naturaleza y los niños se pueden bañar junto a los adultos, aunque el agua esté muy fría. Han logrado revertir con diversos métodos de control, que las empresas no contaminen el agua que pasa por la ciudad. Han creado naturaleza de nuevo, que sea válida para el urbanismo del siglo XXI.

Está imagen es de Munich, a escasos kilómetros de la gran fábrica de vehículos BMW, pero dentro del centro de una gran ciudad industrial como Munich. El agua es transparente. En comparación con nuestro Huerva o el Gállego, en Zaragoza, es una situación que nos parece imposible. Se bañan adultos, niños, animales de compañía, patos. En un río que permanece medio año helado pero que nadie osa envenenar. ¿Deberíamos aprender?

2.9.16

Teoría de las Ventanas Rotas, en las zonas verdes

Las zonas verdes no son sencillas de limpiar, necesitan más mano de obra tenerlas en condiciones que los espacios asfaltados, por eso tan importante es limpiar bien y en condiciones, como no ensuciar. Y recoger las desperdicios ahorra a las ciudades y a sus ciudadanos mucho dinero de impuestos o de restar de otros servicios que no se hacen.

Las papeleras son cada vez más un elemento del urbanismo que se colocan en las ciudades sucias. Hay ciudades muy limpias donde el número de papeleras es menor que en algunas ciudades de España. 
 
La concienciación ciudadana de no ensuciar encaja con que tampoco hay necesidad de tener papeleras, pues simplemente las personas guardan sus residuos en sus bolsos o bolsillos. Al igual que hacemos en las viviendas de cada uno. Ni tiramos al suelo nada, ni concebimos hacerlo dentro de edificios públicos, excepto donde haya suciedad “de otros”. Leer la teoría de Los Cristales (o Ventanas) Rotos, y se entenderá perfectamente esta inconsideración social, con las zonas degradadas.