28.8.16

Terapia para limpiar de basura nuestra cabeza

La poesía es (sirve para) algo más que literatura, va más allá de intentar que los versos tengan las mismas sílabas, o rimen, o suenen bien. La poesía expresa lo que nuestros labios quieren decir, o lo que escribiríamos en una prosa, tal vez llena de enojos, o de sinsabores. La poesía sería literatura con música.

Sin embargo si convertimos esa tristeza, rabia o alegría en unos versos, tú lo expresas y te desahogas y quien lo lee en vez de leer un texto sobre algo de tu vida personal, está leyendo algo que no sabe si es personal o no, aunque quien lo escribe sabe lo que expresa. Es una forma de llegar dentro de cada persona con pocas palabras, con sonidos escritos.

Es por esto que la poesía, más que la prosa —porque admite más juegos de palabras— es un buena terapia para sacar la “basura” de nuestra cabeza.

De hecho, una de las mejores terapias que existen para hacer un “reset”, es la siguiente:
Coge un papel y un bolígrafo, y escribe todo aquello que te atormente, o que te preocupe, si estás de mal humor, escribe insultos o palabras malsonantes. Léelo, escúchate, vuelve a leerlo hasta que te suene mal, intenta entender por qué lo estás diciendo.

Eso sí, cuando hayas acabado, lo rompes en trozos lo más pequeños posible y lo tiras o los quemas, pues no es cuestión de llenar los cajones de malos rollos. Te habrás vaciado y a la vez, habrás limpiado de malas ideas parte de tu momento actual.
 
Laura Puente

Compartir la soledad es curarla, o mejorarla

Tener en la vida gente que nos apoye social y moralmente es una de las cosas más importantes que debemos conseguir. Son esas personas que a veces están más cerca o más lejos pero que nos conocen sobradamente y saben lo importante que es para cualquiera una llamada, un whatsapp o un café a media mañana. La comunicación entre seres humanos es muy importante, el hablar y escuchar, el tocarte, el olerte, esos conceptos casi animales.

En estos tiempos de crisis, muchas personas se han encontrado con un vacío, que solo llena a veces su propia persona, y están tan a gusto encerrados en sí mismos que no quieren saber nada del resto del mundo. Así me lo hacía saber un profesional en salud mental hace unos meses, como uno de los retos a resolver, pues crecen las personas que se aíslan, ante lo complicado que les resulta interactuar con semejantes.

Pero lo cierto es que aunque lo intentes esconder, tú, que ahora lees esto, que seguro conoces a personas en esta situación, o que tú mismx están en ella, también necesitas sentirte arropado en los momentos de soledad. Si la gente con la que antes te relacionabas, ha desaparecido de tu vida, busca medios para encontrar gente nueva. Las amistades son como la ropa, hay que renovarlas de vez en cuando, pero nunca puedes (debes) ir desnuda.

Yo te aseguro que no tengo muchos amigos de eso de “hace años”, que la gran mayoría los he conocido hace poco, y en eso reside parte del encanto. En buscar gente con la que compartas gustos, aficiones, o que pertenezca a una asociación de la que formas parte.
 
Y si en algún momento toda la gente falla —porque nos puede pasar a cualquiera— pues te creas un blog, sales a dar un paseo o te compras un perro, que esos bichos de cuatro patas siempre te acompañan mucho. Por algo son el mejor amigo del hombre. 
 
Laura Puente