24.8.16

Parque de los Sentidos. Marín, Pontevedra. España

La Granja de Briz o El Parque de los Sentidos, está situado en la Villa de Marín, a unos diez kilómetros de la ciudad de Pontevedra. Este curioso parque tiene su origen en la antigua Granxa de la Costa de los monjes de Oseira, que en el de año de 1999 fue comprada a la familia Briz por el Ayuntamiento de Marín que la acondicionó para ocio y recreo en el año 2011.
Este parque de cuenta con una zona de aventura, con lagos, toboganes y juegos en la naturaleza, una laguna natural y otra artificial.

La Granja de Briz tiene una superficie de 23.690 metros cuadrados, y dispone de un auditorio al aire libre con un escenario, a manera de bancada perfecta para disfrutar de los conciertos y espectáculos.


La Granja de Briz alberga tres edificaciones. La primera es el chalé principal, construido en los años cuarenta y que acoge diversas oficinas municipales y talleres de empleo. La segunda es “La casa bodega”,  que es una casa tradicional de la zona y la tercera es la denominada “Casa de los caseros”.

Sin duda es un lugar para relajarse y disfrutar —como su nombre indica— con todos los sentidos, el aroma de las azaleas, jazmines y los árboles, el tacto al contactar con las especies naturales que existen, el sonido del agua, o la tranquilidad y sin duda de la vista, pues desde su parte más alta se disfruta de un atardecer, o una vista espectacular de la Villa de Marín.

Dada la cantidad de especies de árboles y de juegos infantiles que tiene este entorno, es ideal para realizar excursiones con niños.




Cerré los ojos e imaginé un lugar mágico
donde era transportado por suaves
aromas de mi tierra,
donde los árboles hablaban

de las sonrisas de los niños,
las aguas susurraban
historias de enamorados y las piedras
escondían el latir de un pueblo.

Abrí los ojos,
y me puse a trabajar en ese sueño.

Te invito a entrar en él
 y disfrutarlo conmigo.

Parque del Respeto en Zaragoza ¿Respeto?

Nos llegan estas imágenes del Parque del Respeto en el barrio del ACTUR de Zaragoza. Y nos piden apoyo a estos editores del blog para cuidar mejor esta zona: más agua, más abono sobre el suelo, poda de las ramas inferiores todas secas, más limpieza, cuidado básico, etc. No nos piden que intentemos cambiar el nombre al parque, pero yo se lo añadiría. Se encuentra enfrente mismo del Pabellón de Aragón de la Expo 2008. Un lugar que creíamos emblemático para Zaragoza. Pero ya vemos que las buenas palabras se las lleva el viento. Lo curioso es que todas estas actuaciones urbanas son casi siempre en su totalidad “mano de obra” algo que por desgracia en España sobra. Tenemos un número de desempleados tremendo, y tenemos trabajo para darles. Y sabemos que si les damos trabajo pagarán impuestos y gastarán, consumirán y pagarán IVA, serán útiles y es posible que más felices.


Un poco más de “respeto” por favor, con todas las zonas verdes. O sin duda, si no somos capaces de arreglarlas con dignidad, no hay que crearlas. En urbanismo como ciencia, se conocen otras alternativas a las zonas verdes para “abaratar” los costes de mantenimiento. Los clásicos “potreros” con canchas deportivas tipo baloncesto de una sola cancha, es un ejemplo a copiar.

Algún día diremos por qué es mejor una cancha de baloncesto con una sola canasta, que con dos canastas, pero eso no toca hoy.