2.2.16

Primero serenidad. Luego las carcajadas y para finalizar autoestima

Estas esencias, estos perfumes naturales y caseros llevan dos cartelitos con su nombre. Lo de menos es el olor, lo de menos si sus fragancias ayudan a encontrar lo que pregonan en el nombre. Lo importante es el nombre. En la vida básica, en la común que todos tenemos delante para disfrutar de ella, estas dos palabras son básicas. Serenidad. A carcajadas.

Necesitamos estar seremos, más cuando la situación parece llevarnos al abismo, al problema, al conflicto. Entonces la serenidad es imprescindible. Y posiblemente necesita de algo de sentido del humor para relativizar todo. Si dominamos esos momentos, sin duda el gran complemente vital es la sonrisa, el buen humor, las carcajadas. 

Ni la serenidad ni las carcajadas son sencillas de comprar. Pero sí son sencillas de fabricar. Depende de nosotros y de nuestra capacidad de relativizar los aspectos de la vida que son negativos. Todos los tenemos. Unos más duros que otros, sin duda. Pero para dominarlos y que se nos apoderen, la serenidad es imprescindible.

Consejos para corruptos novatos que quieran aprender

Lo malo de ser corrupto es que te pillen. Los corrompidos tienden a oler a podrido, sobre todo por la avaricia. No existen corruptos que no sean avariciosos, que sepan medir hasta donde deben trincar, pues a estos, que son muchos, nunca los detectamos y por ello nunca aparecen como corruptos. 

Diríamos que los corruptos son los más tontos entre los que roban o hacen trampas, pues son los que se dejan pillar. Y no es fácil pillarlos, ojo, pues los primeros dineros que pillan los corruptos los emplean en los mejores asesores legales y fiscales. 

Otra forma de pillarlos es por las malas amistades. Los corruptos listos se dejan pillar si se rodean de corruptos tontos y bocazas. Así que otro consejo para los corruptos que empiezan es que elijan bien sus amistades, sobre todo si parecen vendedores de caballos viejos. Esos que siempre son simpáticos, fuman puros caros y te toman por el hombro, son los peores, se pegan como lapas y hablan más de lo que deben. Mienten incluso y se nota.

Y ya para finalizar el último consejo. No gastes más de lo que creen que debes gastar. Si los vecinos te pillan envidia y no les repartes premios con genorosidad, estás perdido. La envidia pica y mucho. Y a poco que vayas dejando migas de tus fechorías, siempre hay alguien que las recoge y se las entrega a los que te miran las pulgas, para joderte por la envidia que le das.