9.12.15

Sencillo ejercicio de respiración para controlar el estrés

Voy a explicaros un sencillo ejercicio de respiración, que me imagino que muchos de vosotros ya conoceréis,y que sirve para momentos puntuales de estrés, de ansiedad o depresión leve, de angustia, incluso para tenerse que enfrentar a una situación de pánico o miedo en un momento puntual.

La forma correcta o completa sería añadiendo al ejercicio de respiración que explico más abajo, un movimiento de brazos, levantándolos lateralmente hacia arriba hasta tocarse las dos palmas de la mano en la inspiración, para bajar en el segundo movimiento en 2/4 golpes simultáneos a las expiraciones, hasta que los brazos se queden pegados lateralmente a las piernas.

Pero este ejercicio para ser completo como indico arriba, tiene la desventaja de que es observado por la gente que te rodea. Y eso no siempre es correcto, dependiendo de en qué situación nos encontramos. Así que voy a explicar a continuación el sistema reducido, que produce casi los mismos efectos, y que se puede hacer en momentos de tensión sin que nadie de los que te rodean lo note.

Inspira (coge) profundamente por la nariz de un solo golpe llenando la caja torácica.
Mantén el aire en los pulmones 2/3 segundos hasta que casi te moleste.
Expira (suelta) el aire por la boca a golpes, notando como se baja la presión del pecho según vas perdiendo el aire hasta vaciarla al completo en el último golpe de expiración.

Si se hace con los brazos levantados, debes doblar el cuerpo hacia delante en el último golpe de expiración, en el último momento de expulsión de aire, hasta quedar doblado, para así poder vaciar todavía más de aire los pulmones.

Este sencillo ejercicio de respiración lo debes repetir desde 3 a 5 veces como mínimo para que te haga efecto la relajación. Debes en todo momento notar por dentro lo que estás haciendo, sentir la respiración, notar como fluye el aire hacia dentro y como sale después. No debe ser un ejercicio mecánico como es la respiración habitual, en donde no notamos que respiramos.

Si lo intentas en su versión reducida verás que no eres observado por nadie, y que incluso lo puedes ir haciendo por la calle cuando andas, aunque no es lo recomendable para buscar la calma y la tranquilidad máxima. Sus efectos se pasan pronto, no es una receta milagrosa que cure nada, simplemente mejora la sensación del momento, pero esto es muy válido para muchas ocasiones en las que la sensación de ahogo debe rebajarse y para que el stress no se te apodere de tu cuerpo y crezca hasta convertirse en un problema mayor.

Pedro Sánchez cuando grita vuelve a perder

Pedro Sánchez ha perdido los nervios aumentando la voz hasta límites curiosos, en una clara respuesta (equivocada) al debate de Atresmedia. Los gritos no eran contra sus militantes de base, contra sus votantes o simpatizantes. Los gritos eran contra las gentes importantes de su partido que son los que realmente y en silencio le están poniendo la mayor de las zancadillas. Así es imposible ser eficaz en estos momentos tan importantes.

Pedro Sánchez ya ha perdido. Ya lo han perdido. Toca ahora y junto a un cajón donde en Navidad tendremos a varios políticos más de alto nivel, buscar recambios con calma, pues en política nada es urgente, excepto hasta que sea urgente. Y lo digo porque podría darse el caso que estos próximos tres años —que todos imaginábamos tranquilos entre elecciones para asentar opciones y líderes— se conviertan en un periodo nada tranquilo por los propios resultados electorales y con unos pactos muy complicados de mantener.

Pedro Sánchez no ha gozado de un tiempo de calma para edificar su liderazgo dentro de una maquinaria política brutal como es la del PSOE. El peso que tiene que soportar desde sus bodegas le convierten en un político flaco, débil, tembloroso, muy sensible. Pero le queda tiempo todavía, no para ganar votos, si para ganar prestigio personal, si el lunes próximo es capaz de cambiar radicalmente sus formas y comerse con patatas a la anguila de Mariano Rajoy. Aunque lo normal es que este animal escurridizo sepa poner caras y lanzar el “y tú más” constantemente contra Pedro para anularle el discurso.