6.12.15

Las mesas petitorias en las campañas electorales

Hoy he dado una vuelta en busca de la campaña electoral. Un paseo para empaparme del ambiente electoral que reina por las plazas de la ciudad, para dejarme influir por los eslóganes, la cartelería política, las frases nuevas, los rostros simpáticos. Y…, uff!, no me ha gustado lo que he visto.

Algunos candidatos están deslavazados, flojos de tinta, mal encuadrados, con la mirada perdida, en una cartelería low cost que más parece de Artes Gráficas de saldo que de un “me la estoy jugando”.

Para joderme —pues estoy seguro que es para joderme— yo que siempre he estado en contra de las mesas petitorias por las calles, me he encontrado a todos los partidos, pequeños o grandes, con este tipo de modernas propagandas del siglo XX? Yo he intentado convencer a mis políticos de que este sistema está anclado en los años 80 como mucho, y que hoy en las aceras o en los mercadillos de chicharrerías o verduras no encaja muy bien los paseos ciudadanos en las dos semanas de fiesta electoral. Que además de dar asco, en la sociedad lo que da es molestia, excepto que regalen bolígrafos o sombreros. Pero no sólo no logré convencerles a ellos, sino que se han multiplicado como setas entre todos. Otra vez he perdido.

Hoy he visto una mesa petitoria azul con niños de primero de traje chaqueta repartiendo folletos bien impresos. Se vé donde está la pasta. Eran imberbes por edad, por conocimientos políticos y por lo que desayunan. Pero sonreían falsamente aunque he notado que les jode estar a las 11 de la mañana en la calle. No son horas ni para regalar besos. Son las nuevas generaciones que nos van a salvar España, pues a estos adultos que lo intentan ahora no se les ve brillo. Uno lleva ya unas cuantas campañas electorales, con bríos de ganador o con sensaciones de perdedor. Esta que he visto hoy es de low cost, de flojera mental, de: “pues si hay que hacerla, se hace”. Hasta los catalanes hace unas semanas le pusieron más bríos a sus mesas petitorias.

Esperemos al menos que sean capaces de llenar los grandes espacios de seguidores en los maitines de los grandes espectáculos de campaña. ¿Maitines he dicho? No, pues no encaja la hora.

5.12.15

¿A donde escapan los que no votan a sus habituales?

Al PSOE no le salen las cuentas, aunque no es el único. Así que los sondeadores oficiales se están dedicando a saber por qué está bajando el PSOE y a donde escapan sus votantes de hace 4 años, que ya eran poco. Y en esas están también los del PP y más los de IU, aunque estos lo tienen muy claro.

Por edad algunos se van sin preguntar y lo malo es que los jóvenes no están entrando en igual medida por la senda socialista. Primer problema para el PSOE. Sobre el 70% de sus anteriores votantes les seguirán votando, es el suelo técnico que aunque se mantiene es un drama no renovar como lo es ir perdiéndolo poco a poco. Y luego tenemos un 10% que o se van a Podemos, o a Ciudadanos o a la abstención. Sin duda este es el campo de trabajo claro de la campaña electoral de estos momentos. Que el PSOE logre atrapar a los abstencionistas y a los que se van por la izquierda y la derecha.

El caso del PP es similar aunque a ellos (casi) nadie se les escapa al PSOE y muchos más a Ciudadanos. Sumas similares cifras de abstencionistas entre sus anteriores votantes, engañados o cansados de estos cuatro años de trabajo.

En el caso de IU es como para hacérselo mirar con las maletas hechas. menos del 40% de sus anteriores votantes volverá a votar a IU. Una cifra similar o incluso superior se les irá hacia Podemos, mientras que casi un 6% se escapa hacia el PSOE. En un alarde de curiosidad mental hay incluso un 4% de votante de IU que ahora se van según dicen hacía Ciudadanos en un ejercicio mental complejo de entender. Menos mal que le llegan a IU nuevos votantes que antes lo hicieron al PSOE en un claro ejercicio de trasvase de ideas, y que sumados a nuevos electores jóvenes y a otro paquete de abstencionistas anteriores, compensan algo la pérdida muy alta, de fidelidad del votante de IU habitual.