29.11.15

Rajoy entiende mucho de fútbol. Algo es algo

Nuestro Mariano Rajoy avisa de que no tienen respuestas para François Hollande a cambio de tenerlas para Manolo Lama y el hijo del presidente en una noche aciaga para los intereses de sentido común de alguien que aspira a ser otra vez Presidente de España. Yo a Hollande le entregaría la cara de Rajoy cuando su hijo dice una tontería de niño. Ese gesto le serviría perfectamente a Hollande como respuesta de la España de hoy, que por cierto ya se acaba. Nos queda un mes.

Está feo decir que no se “puede” por la agenda acudir a debates electorales en los principales medios de comunicación de España, pero en cambio perder una tarde en hablar de fútbol junto a tu propio hijo en un programa de radio y además terminar dando dos collejas al niño (una de ellas fuerte) por decir lo que suele pensar un niño de esa edad en situaciones parecidas, sobre todo si se siente crecido por estar entre los importantes de su afición preferida.

Pero decir Rajoy que él se ve 3 ó 4 partidos de fútbol en el fin de semana es de premio con la que está cayendo. No voy a repetir nada que vosotros no sepáis ya, pero sin duda es un ejemplo del que habrá tomado nota en Francia, Alemania o Gibraltar. Esperemos que aunque gane el PP, Ciudadanos cumpla su palabra y sólo apoye al PP en caso de que tenga otro candidato a Presidente.

Empatar en votos no es igual a empatar en Diputados

Casi empatar a votos, como se anuncia hoy en El País en repetición a lo que se viene anunciando desde hace un par de meses, no supondrá en España un reparto similar en número de Diputados al de votos, pues el sistema provincial perjudica a unos en beneficio de otros. Y debemos recordar que en principio lo que da poder es el número de escaños aunque también el lugar de su procedencia, aunque esto no siempre haya sido así.

Pero parece quedar confirmado que a partir del año 2016 se cierra un sistema bipartidista y se abre uno más múltiple con cuatro actores políticos diferentes lo que supondrá una nueva concepción de la política en España, más llamada a los pactos, a las constantes negociaciones, a los consensos sobre la mesa de negociación y no sobre los votos del Congreso, a que todo se tenga que readaptar incluida la Constitución a la que sin duda como poco hay que hacerle un lavado de cara profundo y casi urgente.

Pero no sólo cambiará esto. Los grupos de presión, los medios de comunicación, todos esos artilugios y lobbies que en España y en todo el mundo rodean a la política para presionar, se tendrán que adaptar a un sistema más complejo de maquiavélicos sistemas de zancadillear o de hacerse amigos del poder, pues ya nada será tan sencillo y fácil.

¿Viene para quedarse este sistema a cuatro? Pues posiblemente sí, aunque con claros cambios de rostros, de sistemas, de ideas, de adaptaciones. Ni Podemos, el PP o el PSOE con los resultados presentados hoy por El País serán iguales dentro de 2 años, ni hay garantías de que en la busca del asentamiento no sigan cayendo por no saben encontrar la realidad actual. El que mejor podría aguantar su figura y sus “formas” sería Ciudadanos, aunque sin duda debe buscar una estructura territorial que ahora no tiene, sujetándose solo por la esperanza de que sea mejor que el PP, que siendo mucho no es seguro.