10.11.15

Sólo 6 puntos sobre la Cataluña y la España de hoy

 Este blog lleva un tiempo avisando que la única solución para el problema catalán sería el diálogo entre todas las partes, y que nos llevara hasta un referéndum pactado y perfectamente tasado en condiciones. Ayer esta propuesta fue destruida en el Parlamento catalán por 114 votos de Diputados.

 Para modificar el Estatuto de Cataluña se necesitan el 66% de los Diputados. Para independizarse de España (y romper el Estatuto) sirve con poco más del 50%. Las resoluciones de los Parlamentos son muy importantes y tan equivocado es pensar que pueden decidir lo que ellos quieran, como decidir que no tienen ninguna importancia por existir otros Parlamentos de índole superior.

 El 48% de los catalanes que votaron a los partidos que ahora están de acuerdo con la independencia de España, NO votaron el texto que ha servido para plantear esta independencia. No tuvieron ocasión de votar algo que ha servido para plantear históricamente la segunda ocasión de configurar una República Catalana fuera de lo que decide toda España.

 La decisión de ayer afecta y mucho a todos los españoles. No ya por perder a Cataluña, que también, sino sobre todo por lo que supone de crisis en las relaciones exteriores y por lo que supone de inicio de cambio institucional y constitucional en todo el edificio legal de España, aunque ahora no seamos conscientes todos de los cambios inevitables que se van a producir.

 Ayer no sólo se inició un proceso que puede llevar por este camino —o por parecidos— a la separación de territorios de la España que conocemos, sino para proclamar la República o para cualquier cambio constitucional que sólo afecte a ciertos territorios y no “al todo”. Efectivamente este proceso fracasará, pero se abrirán las posibilidades de otros, con variables, con otros actores y caminos, lo que exige unos cambios legales en la Constitución y los aparatos que sujetan todo el sistema, y que pueden suponer el coartar libertades, minar el tipo de relaciones que hasta la actualidad hemos tenido entre todos.

 Entre resolver situaciones como esta empleando la política, la Ley o la fuerza, no hay color ni alternativa. No existen más que estas tres posibilidades de actuación. Todo lo demás son palabras para entretener y disimular. La política supone dialogar y ceder todos. La Ley supone que el asunto lo arreglen “otros” que no son políticos y con las normas de juego ya conocidas y escritas. La fuerza representa la herramienta que sólo se emplea cuando todo lo anterior falla, pero es un elemento que saben y pueden emplear ambos actores. En todo proceso al final, siempre al final, se impone volver a utilizar la política para cerrar las puertas abiertas. Aunque falle la política en sus inicios, siempre hay que recurrir a la política al final, aunque sean 40 años de vacío social.

9.11.15

La posible España imposible

La posible España imposible
Sin nervios pero con calma tensa ante el nuevo reto democrático o no, de una España apagada y a veces fuera de cobertura, miremos la imagen de arriba y pensemos que ésta podría ser la nueva España, la que hoy se plantea, pues las declaraciones que se aprueban en los Parlamentos tienen un gran valor si eres demócrata convencido.Si no somos capaces de resolver los problemas antes de que se produzcan, estamos condenados a intentarlo cuando ya son más que problemas.

Tras un referéndum donde los catalanes aprobaron una reforma de su Estatut, se terminó de enterrar en el Tribunal Constitucional las esperanzas de los catalanes por una reformas en muchos casos absurdas pero muy simbólicas, tras un recurso posterior que fue un gran error político y que ahora nos traen estos lodos envenenados. Un Estatut que comenzó su andadura en el año 2003 y que aprobado en el año 2006 se vió modificado en el año 2010.

¿Cómo se sale de esta declaración aprobada por mayoría absoluta en el Parlament? Pues no es nada sencillo. Incluso la propuesta alternativa de ICV para propiciar una consulta a todos los catalanes, y que parecería un camino intermedio y sensato de negociar un arreglo pactado ha sido rechazada por una abrumadora mayoría del mismo Parlament. Ahora vendrán las declaraciones, las tomas de decisiones nada políticas y sí muy adversas para el futuro, la escritura de la historia a renglón torcido, sin darse cuenta que lo importante no es diciembre sino la próxima década. Vamos camino de una nueva España, y bien mirada, incluso puede ser hasta mejor, pues visto lo visto y la capacidad de dotar de futuro a España, puede que necesitamos todos un golpe de efecto para espabilarnos un poco.