2.8.15

Uno con 60 años, llora con quien quiere

He tenido la suerte enorme de llorar hoy con la película “Rock the Casbah” del año 2013, donde el genial Omar Sharif se nos despide literalmente de la vida y de sus consejos, con una frase que considero antológica.

Nunca hagas llorar a una mujer, pues Dios cuenta sus lágrimas

La presencia de Omar Sharif es genial, no hagas caso a quien diga que estorba en la película, que no encaja, que es un añadido a la trama, pues a veces los críticos han visto demasiado cine.

Uno a los 60 años llora con quien quiere y el drama de una sociedad donde las mujeres tienen un peso legal escaso, se contrapone con el gran peso moral y ejemplar, aunque sea lleno de silencios y de amarguras. El hombre (en esas y en muchas sociedades) es el que puede tener la razón legal, pero no el que tiene la razón vital, la inteligencia social, el sentido de la vida. Una familia de mujeres que por sus condicionantes religiosos necesitan a los hombres para seguir andando, demuestran que son la que realmente llevan el sentido de la vida, la dirección en las relaciones entre humanos. Las que llevan la vida, las que lloran o ríen por y con sus muertos.

1.8.15

El TTIP no es un simple acuerdo. Es mucho más lo que se pretende

No está de más preguntarnos todos por el motivo que lleva a los países y políticos que están en el Parlamento europeo negociando el TTIP, cual es el motivo para que no tengan agallas de presentar el tratado a su aprobación y todo parezca un asunto tan turbio, escondido, lento, casi secreto.

Es verdad que tras el TTIP se esconde sin duda una curiosa forma de presionar al resto del mundo. La suma de EEUU y Europa representa el 60% del PIB de todo el mundo y algo más del 33% del volumen comercial del mundo. Unas cantidades brutales que sin duda hay que defender, de verdad o amenazando con acuerdos entre poderosos para que otros nuevos poderosos vayan con cuidado.

Pero a todos esto habría que añadir que ya existen aproximadamente unos 1.400 acuerdos comerciales en vigor entre todos los países inmersos en este TTIP que sujetará normas y posibilidades entre EEUU y los países de la Unión Europea. No es cierto que no existan acuerdos comerciales entre ambas zonas del Atlántico. Hay ya 1.400 acuerdos entre algunas de las partes y este TTIP no viene a simplificar para mejorar sino a simplificar para presionar mejor. Pero no entre los EEUU y los países de la Unión Europea. No. Pero si entre las grandes corporaciones empresariales americanas y europeas, contra y sobre el resto de grandes corporaciones mundiales.

El TTIP es un claro juego de intereses, donde la parte comercial, esa que tanto miedo nos da con toda la razón de que no de, es solo una puntita del iceberg. Es también un acuerdo de inversiones. Realmente el TTIP en su nombre real en inglés dice: Transatlantic Trade and Investment Partnership y sus iniciales son el TTIP. No es casualidad la incorporación de la palabra “Partnership” que es nuestro equivalente a la de asociación libre, matrimonio, sociedad, consorcio, empresa conjunta. No es un simple acuerdo, es mucho más lo que se pretende con el TTIP.