22.6.15

La osadía de Pedro Sánchez con la bandera de España

En política la osadía tiene precio y antes de emplearla hay que solicitar la factura para ver si interesa consumirla, saber si se puede pagar. Hoy Pedro Sánchez ha pedido media tonelada de “patriotismo cívico” saliendo al escenario donde se ha presentado como candidato a las próximas elecciones generales con una gran bandera de España de fondo. Esto es ponerle pelotas, aunque no se entiendan, al hacerlo desde un partido de izquierdas o al menos lleno de militantes de izquierdas y en muchos casos republicanos.

España tiene varias asignaturas pendientes en su historia política, entre otros motivos porque no hemos querido resolverlas, efectivamente por miedo. Una de ellas es el de los símbolos del país, que unido a la mala solución del entendimiento de los diversos países que configuran España como Estado, hace que el papel de los símbolos sean cuando menos irritante para muchos. A unos les irrita la bandera de un color o de otro, a otros es el escudo, los hay que el himno o el ir vestido de caqui o de paisano. El caso es que seamos sinceros, en España todo lo que fue metido con presión en la época del dictador no lo hemos sabido resolver bien.

No existe tampoco desde 1939, la sensación de paz, de concordia, de comprensión, pues el propio Estado nunca ha pedido perdón a las víctimas de la dictadura e incluso cuando esto se nombra saltan las chispas de ira en los ojos de excesivos tontos sociales. Ahora que se habla de la Transición como ejemplo a repetir pero mejorándolo, sería también ocasión de que el Estado admitiera que desde 1939 hasta 1975 en España tuvimos una dictadura violenta que ocasionó mucho dolor y muchos muertos. Y que hay que recuperar la memoria, hablarlo entre todos con la verdad y abrazar los nuevos símbolos del Estado que sean capaz de producir el menor recuerdo violento posible.

Por eso el gesto de Pedro Sánchez hoy, es además de osado y atrevido un nuevo paso en la búsqueda de soluciones a este problema. Si mañana hubiera una República en España ¿alguien asegura que se cambiaría la bandera a la tricolor? Y con sinceridad ¿para qué? ¿No sería más lógico curar heridas, recuperar la memoria de todos los caídos por la legalidad y reconocer que la Guerra Civil fue un Golpe de Estado, militar por supuesto? ¿No sería más lógico que los Reyes en España tomaran posesión vestidos de civiles en vez de militares¿ ¿También la próxima Reina por línea de sucesión hará la carrera militar y tomará posesión vestida de Capitana?

Las banderas en realidad son un símbolo arcaico, que divide pero que a la vez que separa, une. Y si esto no se entiende, solo hay que viajar a Francia, Italia, Alemania o el Reino Unido. Países todos ellos cercanos. Nadie entendería que en España el Corte Inglés tuviera en su logo la bandera de España, pero en otros países esto es además de un honor un detalle de calidad. la derecha como en otras muchas cosas ha sabido marcar claramente de qué paquetes ellos tenían que adueñarse, robándoselos a la izquierda.

Dicho todo esto, así en tan bruto como ayer Pedro Sánchez, parece que soy un super conservador que adora la bandera rojigualda. Pues no, yo al igual que con otros símbolos intentaría construir de nuevo algo tan sencillo empleando el sentido común. No soy historiador, pero no hubiera estado nada mal que en 1975 alguien con dos agallas hubiera tenido la idea de inventarse una bandera nueva. Roja, amarilla y verde, por poner un ejemplo.

21.6.15

Comunicación política…, ¿para qué?

Todos los partidos políticos decimos a gritos que no sabemos comunicar, que no somos capaces de transmitir lo que hacemos. En realidad y en algunos casos importantes: “es mentira”; pero suena bonito como excusa.

La derecha sabe muy bien trasmitir sus marcos mentales, tan bien que ha logrado durante décadas que los emplee la izquierda sin darse cuenta. Y la izquierda ha caído en la trampa además de pensar que todo lo que sea comunicar con técnicas, es decir NO a lo bruto o “brut”, es manipular al personal. Y efectivamente como nos lo hemos creído, lo hemos evitado. Otro aplauso para la derecha.

En comunicación política hay dos premisas básicas y fundamentales.

Hay que transmitir, siempre, mucho; pero eligiendo qué.
Hay que tener motivo y sustancia para transmitir bien.

Normalmente desde la izquierda —ya lo he comentado antes— hemos transmitido poco por miedo a creer que estábamos manipulando. Primer fallo.

Y además hemos transmitido puliendo mucho lo que intentábamos decir, con un lenguaje político puro, sin muchos motivos, potenciando lo micro a lo macro, creyendo que lo obvio no era necesario decirlo para que no se nos dijera que éramos unos prepotentes por decir lo que era nuestra obligación hacer. Segundo fallo pues.

Pero además debemos tener claro qué hay que elegir, qué transmitimos. Durante décadas algunos partidos de la izquierda hemos creído que había que contar lo realizado en aquella áreas que nos parecían que nadie más era capaz de hacer o trabajar o solucionar. Entre hablar de una acequia que afectaba a 100 personas pero que si no fuera por el Partido XXX nadie resolvería o hablar del desempleo que lo hacen todos preferíamos hablar de la acequia. Tercer fallo.

Lo que hay que hacer es transmitir que SI tenemos una opinión diferente sobre el desempleo (por poner un ejemplo fácil) y que además nuestras propuestas si son diferentes a las del resto. Esto no solo afecta a más de 100 personas, sino que además si lo que se plantea es una solución muy rompedora, que no nos queda duda de que los medios de comunicación SI sacarán nuestro proyecto, aunque sea en el apartado de “humor”.

Todos decimos a gritos que salir en televisión es fundamental, pero eso también “es mentira”. Me voy a remitir a Hernández Mancha (hace mil años) que perdió el respeto y los votos tras una entrevista en televisión. En televisión se triunfa si se sabe qué decir y se sabe bien cómo decirlo. ¿Cuántas veces ha salido en televisión la chica esta…, la del…, Rosa Díez? En Valencia ha salido muy poco la gente de Compromis. En Aragón nadie conoce a la gente de Ciudadanos, nio sus ideas, ni su programa, ni su…, ¿existen?

En la tele triunfa quien sabe salir en la tele. Pablo Iglesias antes de fundar Podemos ya salía en la tele. Tenía su tele, por cierto muy vista por las personas que después han formado sus equipos o círculos en toda España. Una tele muy minoritaria, de internet, sin medios, pero con espectadores. Y los tenía porque decía cosas que la gente quiere escuchar, porque llevaba a gente a la que la gente quiere escuchar.

No fue el medio el que hizo triunfar a Podemos, fue el contenido, la preparación de la carne, fue el sabor del plato. Fue su inteligencia emocional y su preparación en comunicación política. La suya y la de su equipo. Sin equipo no se puede triunfar, pues todos los Césares necesitan alguien que les esté constantemente recordando que son simples seres humanos. Así que quien quiera comunicar bien desde la política que tenga claro dos líneas de actuación

 Hay que tener un buen equipo
 Hay que saber qué queremos comunicar