Tras el neoliberalismo tan explicado durante décadas que ya ha dejado de ser algo nuevo, nos presentaron el neosocialismo o tercera vía que pocos supieron explicar pues tuvo pocos defensores. Ahora empezamos a escuchar que Podemos podría representar el neocomunismo sin saber si se dice con ánimo de insultar o sólo de adjetivar y analizar.
Pero nadie está hablando del neonacionalismo o esa nueva forma de ver el nacionalismo desde la buena relación, la defensa de lo propio sin ofender a lo ajeno. Estoy seguro que ya hay entre muchas personas nacionalistas una nueva manera de entender el nacionalismo, más moderno (lo que ya aviso que no siempre es sinónimo de mejor pero sí de diferente), donde ya no prima la separación e independencia del Estado “madre”, donde se contempla de otra manera el derecho a decidir el destino de los territorios con facilidad repetitiva, donde también cambia la creencia mantenida desde siglos de que la historia nos pertenece solo a nosotros los que vivimos ahora y no a todos incluidos los que vendrán después, y sobre todo donde se prima mucho más la calidad social de la vida en los territorios, el respeto de todos por lo que representan estos y lo que ya ha sido su cultura, su idioma, su historia, sus leyes, sus relaciones con los vecinos.