30.3.15

Entre flores y procesionarias anda la primavera nueva

Son tiempos de empezar a ver hojas nuevas, verdes brillantes que quieren buscar el sol, diminutas flores que colocan puntos blancos y morados sobre las hierbas crecidas. Solo se atreven a salir las flores pequeñas, tal vez por que necesitan menos fuerza para dejarse ver. 

Al andar sobre los nuevos campos de primavera le entran a uno ganas de no pisar nada, pero es imposible. Me vuelvo y observo que estas diminutas nuevas plantas son flexibles, que se vuelven a enderezar y no sufren tras mis pisadas. Por eso son las primeras, porque son las más preparadas para resistir.

Los gusanos de la procesionaria hacen largas hileras sobre el asfalto del camino. Van caminando lentamente un detrás del otro, enganchados todos levemente como si fueran gusanos ciegos. No sé a donde van pues tampoco están cruzando el camino asfaltado sino recorriéndolo. Me acerco a ver sus pelos finísimos y efectivamente son cientos y de dos colores. Amarillos chillones y negros serios. Creo que han acelerado el paso ante mi presencia.

Nadie diría que al final estos gusanos si los dejamos se nos convertirán en mariposas. Y las flores en zarzamoras y arándanos.

29.3.15

Descubren que en la mierda hay oro. Jope

Mi obligación como ciudadano imbécil es creerme casi todo. Es que si no, uno va camino de la infelicidad a velocidades de vértigo. Hoy leo que de la mierda humana, de esa que tiramos sin darnos cuenta de su valor, se puede sacar oro y plata. Joder, no me veo yo metiendo mano para buscarlo, excepto que se ma haya caído el anillo de boda. Pero no, parece ser que es por las nanopartículas metálicas que comemos y nos tragamos.

La Universidad de Arizona, que nos pilla muy lejos, dice que realizando un tratamiento propio de minería en plantas de tratamiento de aguas fecales, en una ciudad de un millón de habitantes se podrían rescatar unos 10 millones de euros al año en metales preciosos. Un kilo de lodo de wáteres extraído de las cloacas encierra de media 0,4 mg de oro, 28 mg de plata, 638 mg de cobre y 49 mg de vanadio.

Esto es un descubrimiento de aupa. En serio. Si le sumamos que además se puede emplear para abono, para asfaltar carreteras o para hacer madera y muebles, en breve me veo separando la mierda en garrafas para el contenedor marrón. Y ya perdonarán.