28.3.15

Los emoticones hablan más que las palabras mal escritas

Recibo un mensaje por whatsapp y respondo con sarcasmo. Aviso con emoticones de risa pero no me lo pillan. Intento explicarlo y queda peor el asunto. Están claras dos cosas o al menos una de ellas. No sé escribir, o me paso con el sarcasmo abstracto.

En las redes y textos on line no te ves las caras. Igual quien escribe o quien lee está en el wc o de broncas, acaba de comer fabada o no hay manera de vaciar. Así que todo influye y hay que tener cuidado. Los emoticones ayudan más que los "je, ja, ji, jo" así que debemos tenerlos a mano. Y sobre todo estar preparados para intentar explicarse si nada se entiende, así lograrás enmarañar todavía más el asunto y la próxima vez te lo pensarás mejor antes de hacer humor rarico.

Lo malo es cuando entra en la conversación de los mensajes un tercero y suelta su explicación convencido de que él lo ha entendido todo. Para eso lo único que funciona bien es el martillo de cabeza gruesa contra el teclado. Intenta que no te salpiquen las teclas.

Escribir diarios es sano. Para quien los lee sobre todo

Leo que cada vez somos más los que intentamos escribir diarios personales. Ya debemos ser como dos o tres. Pero algo me martillea los sesos. No tengo claro si el final de un diario es que no se lea nunca o al contrario hay que escribirlo pulido y abrillantado por si alguien te lo lee. En este segundo caso la censura personal se impone y eso jode. Pero el final de todo escrito es ser leído, al menos por el escritor.

Esta ventana la leen pocas personas, incluso dudo que todos los que lo leen sean personas, pero tal vez lo correcto sería seguir escribiendo sin publicitarlo en las redes para que se lea poco. Ganaría en libertad y perdería en lecturas. Que la verdad, creo que es igual tener diez que una. Con perdón si tú eres de los diez. Así también quien caiga de la locura y se ponga a leerme tendrá la garantía de que su lujo enfermo es mayor pues es menos consumido.

Los diarios en realidad no siempre son diarios, muchas veces son semanales o ratos de ausencia mental que empleamos en interiorizarnos en busca de nuestra basura para limpiarla hacia fuera. Publicarlo es como la acción de vaciar la papelera del ordenador. Te quedas como muy a gusto.