23.2.15

¿Debemos seguir publicando imágenes de las ejecuciones de EI?

Los medios de comunicación, sobre todos las televisiones, se están equivocando con la difusión de las imágenes de ejecución por parte del Estado Islámico, horrorosos pero creados expresamente para ser difundidos y así propagar el terror, el horror.

Este mismo planteamiento se hicieron en España durante los años 80 y la autocensura funcionó de alguna manera, para evitar que los terroristas consiguieran sus objetivos. Es sentido común, es lógica de defensa, aunque nos pueda suponer aceptar la autocensura como un elemento de pérdida de derechos.

Para la sociedad actual que consume noticias como quien consume un programa rosa o los cuernos de un matrimonio conocido, meter mezclado entre toda esa sopa de noticias la ejecución terrible en un escenario teatral, perfectamente creado para producir terror, es hacerles la cama a los directores de la violencia.

Se habla que en estas semanas en España se está muy pendiente de un posible secuestro muy determinado con posterior ejecución para simplemente difundirla en los medios de comunicación. Un asesinato por encargo para que salga en los medios de comunicación. ¿De verdad no somos capaces de tener sentido común y aprender a defendernos? Las muertes en manos de guerreros violentos se dan dentro del EI o de Siria, a veces en Palestina o Ucrania, Irak o por desgracia en carios otros lugares del mundo en guerra. Todos tenemos responsabilidad en saber discernir qué debemos ofrecer, de qué debemos hablar. Y los medos de comunicación también tienen su obligación inteligente.

¿Cómo se controla la información para influir en las ideas?

Que los medios de comunicación son muy necesarios no cabe duda. Que su poder en los sistemas sociales democráticos es muy importante, tampoco hay duda. Pero que tenemos la sensación de que muchas veces juegan a manipular conciencias, opiniones e ideas, pues tampoco.

De hecho sin ser en estos tiempos un gran negocio siguen comprándose y vendiéndose entre grandes corporaciones; luego algo tendrán que no es su beneficio económico, y que los convierten en caramelos dulces. 

En España solo se producen los mecanismos de control indirectos y sobre ellos los furtivos.

El País publicó ayer este gráfico para que cada uno lo leamos con calma y veamos en él retratadas las prácticas inevitables que cada vez se usan con más trampa y más necesidad. Aprendamos todos a defendernos, pues tampoco queremos pagar un coste alto por otro sistema más libre.