6.11.14

IU tiene mal futuro, si no sabe trabajarse este presente

El partido de IU tiene un grave problema de presente, con una pérdida importante en sus expectativas electorales tras haber visto las posibilidades cercanas de auparse hacia el futuro. El asentamiento de Podemos les está llevando a la pérdida del compás.

La incapacidad de gran parte de IU para entenderse con nadie es manifiesta, incluso lo es para trabajar todos ellos unidos al tener en algunas provincias una clara división entre comunistas y no comunistas. La formación de IU es pequeña pero dentro contiene todos los elementos para explotar internamente a poco que desde el exterior presione el vendaval de los cambios. 

Su entrada de frente o lateral en los grupos de Ganemos los coloca a medio camino entre la fusión con Podemos y el trabajo junto a opciones vecinales y asociativas, del que ya han demostrado unas grandes sintonías. Es una buena opción excepto que al final Podemos sea quien saque rédito a la marca y el trabajo de Ganemos.

Tiene IU por delante un cambio generacional, de ideas modernas aunque contengan ideologías antiguas, de saberse unir al territorio y a los que desde la izquierda diferente a la suya también saben trabajar muy bien los territorios y los problemas sociales. Y una nueva imagen para nuevos tiempos. 

Todo esto —común a varios partidos y no solo a IU— debe encaminar a corto plazo a clarificar el espacio político de la izquierda en todos los territorios. Sea unida, agrupada, fusionada, absorbida o con el noble arte de respetar al que se diferencia un poco de ti, algo que se ha demostrado harto complicado. Trabajo hay para dar y repartir.

5.11.14

El domingo no será el día, pero será un día muy importante para todos

Llevo unos días en Barcelona, llena de turistas por cierto, y observo a la sociedad catalana muy sosegada, a lo suyo como siempre, sin hablar del domingo, como si ese día no fuera a existir en su historia. Pero me da la sensación que cada uno de ellos saben ya qué harán el domingo, pero no tienen ninguna intención en que se note. Ni de darle importancia a un acto personal que será eso, un acto básico inevitable.

Los catalanes no se sienten independientes de España, se sientes que los están echando de España. Esto no lo vemos en ningún otro sitio, pero ellos si. No han existido intentos por entenderles, por arroparlos, por cambiar los pasos marcados. Y ellos dan la sensación de maduros, de sabedores que aunque no les guste lo que van a realizar el domingo, lo van a tener que hacer.

Todos hemos jugado a equivocarnos, pensando que esto se podía plantear con verdades de las grandes. Pero es un planteamientos falso. En esto lo único válido son los sentimientos pequeños, los ancestrales, los metidos en la médula. Y con el sentimiento de ninguneo no se puede jugar contra casi nadie, pero menos contra los catalanes. Ahora ellos se sienten dolidos y van a responder contra ese dolor; no con la inteligencia de qué es lo mejor para el hoy.

Es como si en estas semanas se hubieran dado cuenta los catalanes que no hay remedio ya, que realmente tenían razón los que avisaban que al otro lado no hay más que cabezones sin sentimientos básicos, ladrones sin miramientos, inútiles sin ganas de escuchar de entender. El domingo no es el día y lo saben los catalanes. Pero será un día muy importante en su historia y también lo saben.