25.10.14

Sinergias claras entre Ganemos y Podemos buscando soluciones

Primero nace Podemos. Después Podemos dice que no quiere presentarse a las elecciones municipales por lógica organizativa y nace Ganamos. Pero Ganemos no es una organización novata, nueva, pues nace empujada por muchas gentes de la izquierda (poco) anónima pero también de reconocidos políticos de segunda línea de IU. En Ganemos si hay muchas personas que conocen bien la política municipal aunque no hayan sido concejales.

Ahora Podemos bendice a Ganemos y se plantea —como es lógico— unirse en sus listas municipales a Ganemos. ¿Quiere esto decir que las infiltraciones reconocidas por todos de gente de IU es asumida y admitida por casi todos en Ganemos?

A eso hay que señalar que Ganemos es mucho más que gente de IU. Y que IU no ha dicho que ellos NO se vayan a presentar a las municipales con sus siglas. Tremendo galimatías que se irá resolviendo, sin duda. Incluso con la confluencia a Ganemos de nuevos partidos políticos de izquierda hasta forman un conglomerado de gentes de gran recorrido en la izquierda social y asociativa, personas en muchos casos muy conocidas en los ámbitos políticos, pero sin pertenecer en la actualidad a ningún partido político, pero si a muchas formas de trabajar la sociedad, la calle, la cultura.

A nivel individual hay muchos contactos entre personas de una multitud de organizaciones. Muchos de nosotros hemos recibido invitaciones, casi presiones inteligentes, para encontrar sinergias, para unir y avanzar. Se está formando un suelo social cabreado, que a diferencia del famoso pero extinto 15M busca primero sinergias entre personas pues se asume que entre las ideas ya existen, aunque en muchos casos haya discrepancias.

Hasta ahora, en estos últimos 30 años, a las personas de la izquierda en España nos separaban los matices, los asuntos menores que se imponían sobre los mayores. Cada uno de nosotros dábamos sobre todo importancia a lo que nos separaba para marcar territorio e ideología. Hemos tardado mucho en darnos cuenta, pero ahora parece que lo que se impone es trabajar desde lo que nos une y no olvidarnos de las divergencias, que se respetan y se dejan sin olvidarlas, en un segundo lugar cuando lo que aprieta es ser capaces de crear una sociedad limpia y válida, capaz de defender a los que más lo necesitan y nunca a los que más tienen. ¿Hasta cuando nos durará este intento casi onírico?

Ya casi no hay dictaduras, pero a cambio hay muchas dictablandas

Votar es algo muy importante para las sociedades, para todas, pero muchas veces nos vamos dando cuenta que votar también es un acto de manipulación. Simplemente nos necesitan para que acudamos a votarles, sin los mecanismo básicos de un sistema democrático de elección.

Algunos se han dado cuenta que la mejor manera de optimizar su propia legalidad es haciendo el paripé de que los ciudadanos deben acudir para dar la apariencia de que votar es importante para la libertad y las mejoras sociales.

Algunos tramposos han descubierto que la mejor forma de seguir como dictadores es logrando el poder, manipulando la democracia para que parezca legal y hermosa. Tras aprender a dominar los mecanismo de la legalidad democrática para poderlos manipular, el siguiente plan es dar un poco de libertad no controlada. Pero no a todos, no siempre. Es como criar cerdos de jamón caro, hay que dejarlos en el campo para que coman libres. Pero todos terminarán como jamones, vendidos.

¿Y ante esto qué se puede hacer? ¿es mejor ir o no ir a votar? Pues en realidad da igual. Lo que sea menos peligroso para las personas. La manipulación es tan fina como la lluvia que cala aunque no se note. Y curiosamente cada día hay menos países dictatoriales pero también menos países democráticos de verdad. Se ha creado un limbo legal que está lleno de países de lo más variopintos. Ya no hay dictaduras, hay muchas dictablandas.

Nota.: La imagen es la de un centro de votación en Botswana, del fotógrafo Marco Longari.