18.10.14

Menos importancia del capital y más del trabajo. El futuro del capitalismo

La reforma del capitalismo debe pasar (egoístamente incluso para su necesidad rentable) por restar poder al capital y entregárselo al trabajo. En un futuro será más complejo encontrar y hacer rentable el poder de la innovación y el trabajo que el capital, que en profundo proceso de transformación puede perder capacidad de control en el primer mundo occidental, a poco que el trabajo sepa defenderse. ¿En cuantas empresas el capital inicial de un inversor podría ponerse sin problemas por la suma de todos los trabajadores, en porcentaje asimétrico si así hiciera falta para hacerlo viable?

Es increíble que grandes empresas se cierren o realicen grandes ERE en contra del poder del trabajo, sin que este pueda defender la rentabilidad del proyecto. Se deberían cambiar las leyes para hacer fácil la conversión en Cooperativas Laborales aquellas empresas que por deslocalización o mala gestión tienen que verse hundidas hacia el fracaso, cerradas o convertidas en testimoniales cuando la fuerza del trabajo sigue intacta y con capacidad de reconvertir y gestionar. 

Si las empresas tuvieran imposible por ley el cerrar y desaparecer, excepto manifiesta inviabilidad económica, mucho capital se lo pensaría antes de retirarse y verse obligados a vender o transferir por las deudas, pues saben que se encontrarían con empresas de la competencias, con un fondo de comercio importante que les harían la competencia en sus nuevos proyectos en otros países o con mano de obra más barata.

Las empresas deberían estar por encima del dueño del capital, como elementos de bien común para los países, como elementos de bien social pues crean trabajo y por ello mueven las economías por encima de su propia producción y venta. Las empresas no deben pertenecer SOLO al propietario del capital inicial, que sin duda debe poder repartirse la rentabilidad de su inversión, sino también como cualquier edificio urbano de valor, a la sociedad que la sustenta. Y antes de tener que cerrar por la decisión del propietario, como cualquier enfermo, debe intentar ser puesto en vida por cualquiera de las partes que también intervienen en el funcionamiento de cada empresa. Incluida la administración pública si el sector fuera considerado importante además de los actuales casos estratégicos, ya contemplados por ley.

Luces y sombras de las franquicias como inversión rentable

Las franquicias son una manera sencilla de emprender un negocio sin ser un profesional del sector sobre el que se invierte. Y esto es un peligro para la viabilidad, pues siempre es necesario conocer el sector sobre el que se invierte si se quieren objetivos positivos. La empresa franquiciadora te lleva de la mano en la inversión inicial, en las formas y preparación del local y en la formación suficiente para emprender el negocio. Pero el franquiciado debe demostrar que sabe cuidar su inversión inicial.

Pero no todo es positivo a la hora de invertir en una empresa nueva de franquicia. El principal problema radica en la seriedad de la marca. Está de moda ahora cambiar marca por segmento comercial y aquí ya tenemos una debilidad importante a la hora de analizar las modas en las franquicias. El mercado de cigarrillos electrónicos nos indicó que la saturación y un análisis equivocado del potencial del producto y del mercado puede hundir muchas inversiones realizadas sin objetivo real.

Ahora parecen estar de moda las tiendas de perfumería como antes lo estuvieron las panaderías, los locales de venta de yogurt, las tintorerías o las de encurtidos. Son siempre servicios fáciles de aprender, pero sobre deben hacer ellas un análisis de mercado y sobre todo del lugar de apertura del negocio. Por idóneo y por saturación. 

Las franquicias son válidas si hay mesura en el número y el tiempo, si hay originalidad, si hay un apoyo válido detrás que sirva para mucho más que para complicar la rentabilidad final de la empresa, si cuenta con un control de implantación sobre el territorio para que no haya excesiva competencia, si se cuenta con apoyo publicitario y de marketing de la firma "madre". A veces hay franquicias que funcionan muy bien, que tienes detrás un gran producto y marca, pero lo que hay que pagar mensualmente por ellas las convierten en esclavistas, en muy complicadas de rentabilizar por el franquiciado, siendo meros negocios del franquiciador. Todo hay que analizarlo muy bien.