10.10.14

Ganar credibilidad cuidando las capacidades

Si trabajamos para y con los demás necesitamos tener una credibilidad suficiente ante ellos. La deseamos, pero sobre todo la necesitamos aunque asumamos que es complejo lograr una credibilidad suficiente en estos tiempos en que hay muchas dudas de todo y que a veces creemos que tenerla no depende totalmente y solo de nosotros.

Vamos a dividir el camino de la credibilidad en tres vertientes:

Nuestra capacidad para ser creíble y capaces

Nuestros valores personales y forma de ser

Nuestra capacidad de comunicar de forma entendible


La suma de estos factores lograrán unos resultados creíbles en nuestra relación con los que nos rodean en la actividad laboral o de equipo de trabajo.

Hay que tener formación suficiente y demostrarlo para que se nos respete por ello. 

Hay que saber tomar decisiones y equivocarnos poco, tras lo que debemos saber izar nuestras decisiones sobre el problema y resolver la situación. 

Hay que tener experiencia que sirva para generar confianza y ser honestos en nuestras decisiones. 

Hay que ser optimista y trasladar sensación de capacidad para resolver los reveses. 

Hay que hablar con claridad y de forma que lo entiendan bien los que nos escuchen. 

Hay que saber organizar bien nuestro discurso y hacerlo educado y comprensible, teniendo en cuenta los diversos equipos a los que va dirigido.

No sé si es un baboso o una babosa. Pero es gris y casposo. Parece

No es un señor casposo de los que últimamente salen como nuevos ladrones, es una simple babosa sobre una flor que me dicen es carnívora. Ya tenemos pistas. 

No tengo claro si esa zona roja de un lateral de la babosa es un mordisco de la flor, incapaz de pegar mordiscos como los señores que tienen bancos y tarjetas negras, o en cambio es la zona desde donde respira la babosa, algo más normal, sobre todo si no queremos ponernos finos y sufrir por ver la herida. 

La babosa camina por el límite de la flor, a poco que este se empiece a cerrar sobre sí misma, logrará tirar a la babosa sobre el interior de la flor y allí sí que la tomará como aperitivo. ¿NO sería posible poner a los señores de los latrocinios al límite de las flores carnívoras?