24.9.14

La comunicación del silencio funciona si se habla mucho

En la comunicación política 2.0 sirven muchas más cosas que salir a dar la cara ante los medios. Tantas que resulta complicado enumerarlas en unas líneas. 

Sirven los periodistas amigos, las llamadas telefónicas para cambiar titulares, los regalos simpáticos y nunca de dinero, los amiguismos de bar, las empresas dueñas de medios de comunicación, las fundaciones políticas o los amigos de los amigos.

En los últimos tiempos funcionan muy bien los políticos de cuarto nivel que hablan defendiendo sus ideas en los medios sin que se noten mucho que son la voz de su amo, los confidenciales que parecen libres pero no lo son, los tapados que sonríen casi siempre o se cabrean el resto de veces, los blog de afines sin logotipo, los tertulianos que parecen libres y dan una de cal y otra de arena.

La comunicación es cada vez más compleja, pero además tiene que ser más sincera pues la sociedad cada vez exige más y se deja engañar menos. Lo cual es lógico, por el abuso.

Ahora se exige más el que se entregue la información sin manipular, sin comentarios, sin tertulias interpuestas, sin cocina. Vamos, que aumentan las personas que exigen poder opinar solo ellos. Si acaso piden más y más explicación, más datos, menos opinión. Así que ahora el trabajo radica en cocinar las explicaciones, los datos, las verdades incuestionables. Es decir, lograr cuestionar las incuestionables, sin que se note que las están cuestionando los que las comunican. Hay que ser muy sincero de todo lo que se dice y no notarse nada todo lo que se callan. Cada vez vale más el silencio.

23.9.14

Podemos ha obligado a Gallardón a dimitir. Y sin una simple concejalía

La capacidad de influir de Podemos empieza a ser importante. Ha logrado que Gallardón se tenga que esconder y abandone la política pues el PP ha decidido que ellos ya no están de moda y que deben rectificar a menos derechistas decimonónicos. Y lo ha pagado Alberto, que se va cabreado con todos.

Lo malo es Gallardón (el hijo) es que tras labrase un futuro prometedor haciéndonos creer que era de izquierdas pero disimulaba —aunque nos lo había advertido su padre— era un tipo muy del Opus, de Dios es Cristo y poco más. Y ahora, una vez que lanzó al aire su progresismo, solo le queda marcharse llorando pues no ha servido para nada. Ni los obispos le pueden agradecer su trabajo, pues el papa Francisco los ha jubilado a todos los de su cuerda.

Tan cabreado se va, que no quiere ni esperarse a que lo nombren la Gran Esperanza madrileña en lugar de la Esperanza de la huida. Maldita impaciencia.

A Mariano le están amargando el viaje a China. A mi me jodería, la verdad. Yo si un día me voy a China, joder, no me vengáis molestando con Cataluñas ni Gallardones, que me quiero ir tranquilo y con sonrisas. Uno no se va a China todos los días y sienta muy mal dejar el “empandullo” aquí tirado para la Soralla, que no sabemos bien qué futuro tiene. Igual mucho.

Los de Podemos han logrado que Belloch no se presente, que Pedro llame a Sálvame todo preocupado por un voto, y que dimita Gallardón casi llorando. ¿Qué será lo próximo? Y eso sin gobernar. A poco que cojan alguna alcaldía en Soria les veo modificando la Constitución y obligando a todos los mediocres a dejarse coleta. Yo lo siento, pero ya no tengo pelo ni para ser de derechas, así que menos para dejarme coleta. Me haré insumiso.