19.9.14

Cómo crecer en simpatizantes dentro de los partidos políticos

Tan importante como tener afiliados en los partidos políticos es tener simpatizantes, una figura que se le ha dado poca importancia y que ahora se empieza a poner en valor. No son lo mismo, no tienes los mismos derechos ni deberes, pero son parte muy importante de todo proceso político. Sobre todo porque gran parte de los simpatizantes pueden terminar siendo afiliados en el medio plazo.

Algunos partidos utilizan un sistema muy válido de lograr simpatizantes a través de internet y de las redes. Se les ofrece la opción de recibir unos cursos de formación por vídeo a través de internet, de contenido variado y más o menos amplio, pero siempre formativo.

Pero antes deben inscribirse como simpatizantes. Cursos en vídeo, documentos informativos, acceso a una parte de sus web solo para militantes y simpatizantes. Solo se necesitan los datos básicos para evitar troles. Nombre, nick, email, un teléfono, ciudad y un NIF. Y de esa forma se crece y se interactúa de forma sencilla y sin saltarse las leyes de protección de datos.

Este proceso logra un objetivo muy claro y positivo. Se consigue la aprobación de cada persona para que reciban en sus correos información del partido político: actividades, comunicados, informes, interacciones, etc. No todo, pero sí aquello que se considera importante para que vaya creciendo su implicación dentro de la organización.

Algo tan sencillo de realizar para lograr que los simpatizantes sean de alguna forma el motor social que rodea en una segunda línea las actuaciones del partido, hasta que ellos mismos decidan pasar a la primera línea de la afiliación.

Como es lógico dentro de este equipo de simpatizantes habrá muchos que lo serán a medias o incluso simples olfateadores de ideas ajenas. Pero siempre se recoge de lo que se siembra y lo que hay que realizar en saber filtrar los contenidos para que los simpatizantes no reciban lo mismo que los afiliados, pero en cambio sí se les permita opinar, actuar, implicarse, intervenir, ofrecer sus puntos de vista, enriquecer la organización. De todos estos trabajos se van filtrando soluciones y también y ellos solos, aquellos simpatizantes que solo están de ojeadores.

18.9.14

La extraña política actual ¿Quien la va a realizar y desde donde?

Junto a Podemos y Ganamos, y en paralelo, se están formando otros grupos de políticos vecinales, de personas muy implicadas en los tejidos sociales de las ciudades, intentando desplazar a los políticos “viejos” por incapacidad; tanteando las posibilidades del nuevo momento político a través de diversas plataformas que otorguen el protagonismo social a las personas.

No seré yo quien diga que tienen razón, aunque se veía venir la importancia política cada vez mayor de las asociaciones de vecinos y asociaciones sociales, cansados de esperar soluciones y de recibir bonitos discursos de despacho. Y pongo en duda la razón por el motivo simple de que todos han tenido la oportunidad de pertenecer a partidos políticos, muchos de ellos ya pertenecen a los mismos, y es muy complicado discernir entre movimientos sociales y partidos a la hora de elegir desde donde gestionar con eficiencia y trabajar por el bien común.

Estas personas organizadas ya en diversos grupos de compromiso político pero ajenos a los partidos políticos tradicionales quieren trabajo para las personas, sueldos dignos, pensiones suficientes, más democracia y menos corrupción, que no haya desahucios y se puedan rescatar a las personas y más a las familias, desean que se puede decidir sobre tu propio cuerpo y tu muerte, a que las riquezas sean mejor repartidas, a que hay banca pública capaz de entender el crédito como un servicio social, creen totalmente en la salud pública y universal, en una justicia creíble, una economía más solidaria y productiva, una educación púbica válida en todos los niveles, unos servicios públicos de calidad suficiente, una participación ciudadana real y no de libreta infantil.

¿Pueden los partidos políticos recoger como básicos estos elementos tan sencillos para el trabajo social hacia las personas? Sin duda SI. Lo complicado es resultar creíble, aunar el trabajo de más personas válidas en todo tipo de proyecto, pero desde ópticas políticas, pues al final TODO es política. Aunque a algunos (muchos) la palabra política les produzca repelús.