6.8.14

No importa el tamaño del mercado al que te diriges, sino la capacidad de la novedad

Si yo escribo sobre lo humano o lo divino me estoy dirigiendo a unos 500 millones de potenciales lectores. Si escribo sobre La Seo de Zaragoza a medio millón. Unas 1.000 veces menos de posibles "clientes" en mis blog. Pero curiosamente cuando hablo de Zaragoza tengo unas cuatro veces más lectores que cuando hablo de cualquier otro tema generalista. Es decir, lo cercano prima, mola, es donde menos competencia en blog tengo. Bien si somos capaces de entender este asunto a la hora de crear negocio, que no es mi caso.

Esto de los blog e internet es curioso pues las televisiones locales han tenido que cerrar y los periódicos que son solo locales funcionan en ciudades muy pequeñas pero no en ciudades grandes, donde parece que los lectores solo buscan noticias nacionales o que afectan a lo grande, a muchos.

Los nichos de clientes son buscados con ahínco por los que se dedican al marketing productivo, a las ganancias en las inversiones novedosas. Pero a veces el éxito se da en los nichos pequeños pero poco saturados y no en los grandes mercados pero con enormes competencias. En el primer caso se permite ser mediocre, mientras que en el segundo solo es posible sobrevivir si eres el mejor o si entregas un producto excelente o con un valor añadido.

A la hora de invertir, sea dinero o tiempo, es importante que sepamos a qué nicho de mercado estamos accediendo, para planificar el negocio con arreglo a él. Pero aquí el tamaño no importa tanto, como la capacidad para ofrecer algo diferente aunque vaya dirigido a un mercado de tamaño pequeño.

La excelencia como camino del éxito, si se ha sido ético y honrado

Solo las personas de gran éxito son capaces de marcarnos el futuro, de dejarnos frases que se harán célebres, de pasar a la historia en más campos de los que en realidad les ha llevado al respeto y a la celebridad.

Si un gran músico o un investigador nos hablan de la filosofía social, sus frases quedarán entre nosotros como verdades añadidas a nuestra cultura, pero es muy posible que otras personas sin su misma fama puedan tener opiniones más claras o más novedosas. La falta de respeto y reconocimiento social les llevara a que sus frases nunca sean atendidas.

De esto se desprende que antes de crear cátedra debes ser respetado en algo, tener éxito en alguna actividad, pues a partir de este reconocimiento, te vendrán fácilmente añadidos otros muchos. Demuestra que eres muy bueno en algunas actividades, y conseguirás ser bueno en muchas otras. No es correcto esto, pero inevitablemente es así.

La excelencia es el camino que nos lleva a la meta, pero aquella excelencia que esté llena de ética, de aprendizaje, de esfuerzo, de ganas personales por alcanzarla con el debido respeto a todas las normas. Pues una vez alcanzada la excelencia serás mirado con detalle, antes de conseguir el respeto que da el éxito. No todos los que llegan a la meta del éxito consiguen el respeto social, y algunos lo pierden cuando nos enteramos de las tretas que han empleado para llegar o para mantenerse.

Para ser respetado, casi siempre, hay que trabajar duro en intentar la excelencia en tus labores.