30.7.14

Todos caemos en las trampas de las venganzas y de las equivocaciones

Ayer unas 700.000 espectadores vimos en televisión la película “Los descendientes” de George Clooney en el canal Divinity. Dicen que un buen dato de audiencia, para una película muy bien realizada y que tocaba la fibra humana de las relaciones familiares. Pero fuimos un millón menos que los que vieron llorar otra vez a la Benenito en Telecinco que es una versión asquerosa de cómo lograr el volver loca a una persona, por entregas, en directo y delante de muchos españoles.

La televisión es un puro teatro, pero a veces se olvida de las reglas más básicas del teatro de la vida. Todo por el negocio de la audiencia. A ciertas horas podemos ver en directo como se intenta volver loca de odio y envidia a una persona, mientras le ponen música de fondo para dar morbo y tensión, en cambio no podemos decir culo o caca, chocho o pichina. Podemos sacar niños muertos y llenos de sangre por un bombardeo pero no podemos enseñarlas la cara. Claro que mucho ojo, pues si pedimos algo, nos lo pueden conceder y entonces prohibirán enseñarnos las guerras para silenciarlas.

En la película “Los descendientes” veíamos que nadie es perfecto, que todos caemos en las trampas de los odios, de las venganzas, de las decisiones equivocadas, de las grandes dudas vitales. De las inexplicables decisiones que afectan a muchos. Pero es la vida. Aceptarlo es lo mejor, pues muchas veces no hay vuelta atrás, no podemos repetir ni obtener respuestas de muchas cosas que nos suceden.

29.7.14

España es muy productiva. Pero Europa quiere otra cosa para España

Nadie dudaría de que esta imagen es de España. Efectivamente es Madrid pero podría ser de cualquier ciudad española. Buen tiempo, ocio para estar en un bar tomando unas cervezas con unas tapitas, buena relación y una conversación entre personas amigas. Es calidad de vida, sin duda. Calidad que hay que conservar. Sin duda también.

Europa nos pide otra cosa, y no por que no conozca nuestra forma de vivir, no por que piense que no es buena para la salud física pero sobre todo mental, solo por que piensa que así no producimos suficiente. Efectivamente, se refieren a que no producimos los obreros que producimos, para que otros que simplemente recogen, puedan tener unos beneficios mayores.

Pero España engaña. Nuestra forma de producir es alta comparada con los datos de Europa. Cuando nos hablan de cambiar los horarios o cuando nos señalan como vagos que siempre estamos de fiestas y de vacaciones o puentes, nos quieren engañar. Es mentira. Nuestra jornada laboral anual es superior a la europea. A lo largo de todo el año trabajamos más horas que muchos obreros de muchos países.

Es cierto que los horarios habría que optimizarlos en España, que no tenemos tiempo para hacer tareas formativas en exceso.  Que organizamos mal la conciliación de vida familiar y ocio. Pero seguimos siendo muy productivos. La deslocalización no es por nuestra baja producción, ni por la mala calidad de lo que producimos, sino por los salarios todavía mucho más bajos que se dan en algunos países.

Otra cosa bien distinta es que en Europa deseen tener algunos países esclavos, zonas internas en “su” Europa con mano de obra muy barata, domados a sus gustos productivos para encargarles lo que ellos no quieren hacer. Eso si.