29.7.14

Las mujeres tontas siempre se casan con los más jetas

La excusa de que las esposas no sabía qué firmaban es de premio a la idiotez más absoluta. En los últimos años y ante el crecimiento de los escándalos financieros y las corrupciones varias, las esposas pilladas en medio, con su firma y su apoyo, dicen siempre que ellas no sabían. Los abogados deberían cambiar su técnica de defensa pues ni cuela ni sirve.

Dejan a las mujeres en general en muy mal lugar, sobre todo a las que se casan con los jetas y delincuentes. Es como si las tontas se casaran siempre con los más jetas. Curioso. Claro que también podríamos pensar que los jetas las buscan tontas para engañarlas, aunque no creo que sean tan organizados como para planificar las bodas con arreglo a la idiotez de las esposas. Las buscan rubias y a ser posible con estudios de colegio bien.

El truco es muy sencillo. Los jetas necesitaban al principio a personas que no firmaran con ellos y así poder esconder los dineros o las propiedades en sus propias cuentas. Luego se perfeccionaron las formas y empezaron a meterse como socias necesarias en las mismas empresas tramposas que los maridos. Firmaban pero no leían, participaban y gestionaban pero no acudían; cobraban y gastaban pero no se enteraban de nada.

Yo si a mi esposa le llevo cinco millones de euros un lunes, también estoy seguro que no me preguntará nada. Ella ya sabrá que los he logrado de forma rara, pues no juego a las quinielas. Simplemente mirará en internet donde pilla la cárcel más cercana y qué autobuses llevan de visita.

Los blog son como la Bolsa en crisis. Solo bajan

Los blog son algo vivo, es decir, algo que nace y se muere como todo bicho viviente. Pero no este o aquel, que también, sino todos, el sistema, la forma, la herramienta. Aviso, no estoy diciendo que estén atravesando malos momentos, sino que como son algo vivo, se transforman y se modifican, se mueven y retuercen sobre sí mismos.

Este mismo blog, en el año 2008 —jope hace ya 6 años— tuve unos meses con casi cinco veces más visitas que en estos meses del 2014. Una barbaridad pues ahora no me quejo del número de visitas. No me quejo mucho, quería decir. Pero en aquellos meses tuve en este blog casi cinco veces más visitas que ahora. Envidia sana.

He revisado las entradas y joroba, no me parecen del otro mundo, las veo viejas y muy normalitas. Un par de ellas han logrado las 5.000 visitas, pero poco más. Así que no tengo claro los motivos. Sería que en aquellos meses, como no había redes sociales, la gente leía más blog, digo yo.

Es curioso por que he revisado algunas entrada que considero interesantes, incluso con los años han aguantado bien el paso del tiempo, y no han logrado más de 6 visitas. En cambio algunas tontadas de campeonato, algunos textos casi vacíos superan sin problema las mil visitas. No me logro responder. Es posible que yo fuera el primero que llegué a hablar sobre las moscas macho o sobre la nula importancia del perejil en una paella de domingo.

Ni SEO ni tontadas, aquellos textos los escribía desde las agallas, sin controlar para nada lo que después harían los buscadores. Y menos pensando en seis años más tarde. En aquellos tiempos no pensaba que fuera capaz de aguantar tantos tiempos con aquel blog. Y ya ves, aquí estamos. Me lo tengo que hacer mirar mejor.