26.7.14

Ejercicios para el cerebro. Ejercicios para evitar las pérdidas de memoria

Estamos compuestos de cuerpo y mente, de una parte física y otra mental, de un cerebro y un cuerpo. Sabemos con mucha facilidad cuidar o destrozar nuestro cuerpo ¿pero sabemos hacer lo mismo con nuestro cerebro?

Hay que tener una actividad social interesante y compleja, hay que tener inquietudes sociales para lograr que el cerebro esté engrasado y funcione bien, no se nos envejezca como el cuerpo con el paso de los años. Así de simple es la gimnasia mental para mantenernos en forma. 

Emplear el cerebro con pequeños juegos, con ejercicios sencillos o con actividades sociales. Leer, escribir, hacer crucigramas, jugar a sencillos juegos de piezas en el ordenador o en una Tablet, hablar con amigos, jugar a las cartas, al ajedrez, al dominó. Estar interesado en alguna actividad deportiva de la que nos interese el todo de la misma. Controlar bien los horarios y distribuirlos entre las actividades. Bailar, cocinar, tener un animal de compañía, ordenar el album fotográfico familiar, organizar una colección de algo, leer el periódico todos los días, tener un huerto en macetas. Escribir un diario o un libro de poesías.

Con los años la memoria se vuelve más compleja, tenemos nuestro disco duro interno muy lleno y sobre todo muy fragmentado, muy liado, lo que nos cuesta mucho más acceder a sus rincones escondidos. Para ello hay que tener estímulos intelectuales constantes que nos hagan estar en forma y no perder el acceso a nuestra habilidades cerebrales.

A partir de los sesenta años tenemos más problemas que nos acercan a la demencia senil y por ello debemos prestar más atención a las debilidades que podamos detectar. Se calcula que este problema de la edad suele aparecer con pequeños síntomas unos 10 años antes de ser un problema irresoluble, por lo que estar atentos nos debe servir para buscar remedios antes de que la enfermedad sea problemática.

Hay que dormir bien para recuperar el cerebro, para ponerlo todos los días “a cero”, hay que hacer algún tipo de actividad física para proteger nuestro sistema de circulación sanguínea, hay que descansar y sobre todo no aceptar el estrés como una posibilidad a edades avanzadas pues destroza los receptores del hipocampo ni caer en depresiones aunque sean leves, pues nos atenaza y nos vuelve más débiles ante un cerebro que hay que cuidar un poco más.


¿Cómo aprendemos más y mejor? Aprendamos a aprender


Aprender es sobre todo recordar lo aprendido, ser capaz de retener aquello que nos enseñan, lo que absorbemos interiormente y que debemos retener para el momento en que nos haga falta emplearlo. Aprendemos hoy pero no sabemos cuando lo necesitaremos. Por eso es fundamental recordar, interiorizar lo aprendido. Incluso olvidarnos de que lo sabemos, pero no olvidarnos de lo que sabemos.

Hay principalmente tres formas de aprender.
Aprendizaje verbal
Aprendizaje visual
Aprendizaje por prácticas

No todos interactuamos de igual manera con los tres sistemas de aprendizaje pues algunos dan más importancia mental de la media a uno o a otro sistema, pero lo demostrado es que el aprendizaje verbal es el más utilizado pero el que menos capacidad tiene para lograr objetivos perdurables, mientras que el aprendizaje por descubrimiento y práctica es el más eficaz pero el menos empleado y el más complejo de tener a mano.

Se calcula que solo entre el 10/15% de lo que leemos queda retenido y que entre el 15/25% de lo que nos dicen, de lo que escuchamos logramos guardar como experiencia. Estos son los dos pilares del aprendizaje verbal.

En cambio si se nos enseña con visuales logramos retener entre un 30/40% de lo que se nos muestra, llegando al 50/65% si además se nos hacen prácticas en el acto con demostraciones de lo que se nos explica.

Si logramos participar en la demostración podemos lograr retener hasta un 80% de lo que se nos está enseñando, que puede llegar al 90/95% si somos nosotros los que tenemos que realizar la operación que intentamos aprender, en el típico juego de error solución, donde nuestra capacidad para tomar decisiones son vitales para lograr los objetivos de la prueba y para así aprender de ellos. Por eso los aprendizajes antiguos de oficios o tareas tenían una capacidad tan enorme de crear profesionales, pues sobre todo se basaban en el trabajo de campo, en la responsabilidad por y para hacer las tareas, bajo tutela y asesoramiento, pero siempre practicando.